LA PLATA HOCHI

El yen se fortalece en un contexto mundial en el que el dólar sigue debilitándose, lo que impactaría negativamente en la economía nipona e intensificaría la deflación.

Una inminente guerra de divisas. De eso están hablando, o especulando, los corredores de bolsa. Y una de las amenazas  proviene del Banco Central de Japón y el fortalecimiento del yen frente al dólar. Durante la semana  pasada, la moneda japonesa se fortaleció frente al dólar en un 3,6 por ciento, el aumento más alto desde julio de 2009, hasta alcanzar los 116,7 yenes por dólar.

El país y los problemas a resolver durante este 2016.

Durante su discurso de Año Nuevo, el primer ministro Shinzo Abe afirmó que Japón “brillará en el escenario global y demostrará su liderazgo en 2016”, un año que también calificó como “lleno de desafíos”.

Japón sigue debatiendo el tema de la inmigración, teniendo en cuenta, sobre todo, el problema de la fuerza laboral a futuro. Sin embargo, un ministro habló de “integración”. ¿Sería posible?

Japón debería crear una política de inmigración “integrada” para hacer frente a la disminución de la población, o se arriesga a perder ante una envejecida China en la competencia por trabajadores extranjeros, declaró Taro Kono, ministro de Japón para la reforma administrativa.

La mayoría no sabe muy bien qué se discute en las cumbres climáticas, y aún existen dudas acerca de su veracidad. A pesar de esto, se discute castigar su negación y hasta crear un impuesto al carbono.

Ficción o no
Aspiramos oxígeno y expulsamos dióxido de carbono, porque el aire es gratis, pero eso se acabó.
Desde ahora, podremos seguir respirando solo si pagamos. Es el nuevo impuesto al carbono impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Día a día, la guerra se acrecienta. El gobierno japonés ha informado que no participará en una coalición contra el Estado Islámico, pero su población teme ante posibles atentados. Por otro lado, el país asiático tiene sus propias disputadas con China y una alianza con Estados Unidos.

Japón no participará en la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI), también conocido como Daesh, según informó el 28 de noviembre el vocero de Exteriores japonés, Yasuhisa Kawamura.
"Japón no tiene la intención de participar en la coalición que realiza las operaciones militares contra el EI; tampoco planea el apoyo de la coalición en el abastecimiento de ayuda logística, de bombardeos aéreos u otras acciones militares contra el grupo terrorista", afirmó al periódico ruso Sputnik.

“Japón no es tan caro como se piensa”, dice el embajador japonés en la Argentina, Noriteru Fukushima.
Quizá no sea una afirmación unánime, pero la frase del diplomático la dijo en un contexto en el que se presentó a Japón como “Destino de moda”, y teniendo en cuenta la inminente participación de River en el Mundial de Clubes, la organización del Mundial de Rugby, en el 2019, y, un año después, la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio.

A abrir los ojos: el mal siempre regresa a su origen. Primero fue Toyota; ahora es Sony. A ambas empresas se las vincula con ISIS. Pero, en el fondo, se supo que Estados Unidos e Inglaterra, entre otros, son los responsables de financiar al terrorismo.

Días antes de los atentados en Francia, el ministro de Interior de Bélgica, Jan Jambon, aseguró que los miembros de ISIS (Daesh, en árabe), también conocidos como Estado Islámico, usan la consola PlayStation 4 de Sony como uno de sus medios de comunicación, debido a lo difícil que es monitorear la actividad de las conversaciones en texto o voz a través de la plataforma PlayStation Network.

El país está realizando un gran esfuerzo en impulsar a la mujer como fuerza laboral, al tiempo que preocupa la baja tasa de natalidad. En la superficie parece una solución, pero, en el fondo, no hace al  “problema”.

Desde no hace mucho tiempo, en Japón hay una abierta tendencia a impulsar el rol de la mujer, por un lado, y el temor de la baja tasa de natalidad, por el otro.
Últimamente, casi todos los días se puede leer titulares como “el gobierno de Japón se ha fijado como meta impulsar el desarrollo laboral de la mujer”, o sentencias del tipo “no hay crecimiento económico sostenible sin más mujeres trabajando”, o “Japón debe promover el papel de la mujer en la fuerza laboral para garantizar un crecimiento económico sostenible”.
El mismo primer ministro, Shinzo Abe, expresa su intención de crear una sociedad en la que la mujer pueda brillar, pero eso sí, siempre ligada al rol fundamental que debería ocupar como pilar del crecimiento de la economía del país.

Un pequeño ejemplo del envejecimiento y la despoblación en el Japón de hoy.

Son las seis de la tarde en el distrito de Yasutomi, en la conocida “Aldea de los Espantapájaros de Okuharima”, ciudad de Himeji, en Hyogo. Por los parlantes, se escucha: “Por favor, les pedimos a los niños que regresen a sus casas”. Lo paradójico del anuncio es que en el pueblo no hay chicos.
Sí, en cambio, viven tranquilamente algunos pobladores de edad mayor rodeados de abundantes montañas, cristalinas cascadas y una inmaculada naturaleza, pero la falta de niños, el envejecimiento y la despoblación son algunos de los principales problemas en los pequeños pueblos rurales de Japón.

Un intento de ver más allá de la “crisis” de los refugiados.

Hace un par de días, se hizo noticia a un controvertido dibujo publicado en Facebook por la artista japonesa Toshiko Hasumi, el cual, en estos tiempos de redes sociales en el que todo es “viral”, provocó reacciones entre los internautas. Se trató del retrato de una niña refugiada siria representada con una personalidad egoísta.
Si hay que ser obediente y políticamente correcto, el dibujo no podía más que provocar enojo y tacharlo de racista.