Jueves, 28 de Mayo de 2015
La labor de matemáticos japoneses en Argentina
Escrito por Por Onaha, María Eugenia*   

Uno de los episodios de la Historia de la Ciencia, y en particular de las Matemáticas en Argentina, tiene que ver con la presencia de matemáticos japoneses entre fines de la década de 1950 y principios de la de 1960.

Este trabajo, que hace referencia al artículo publicado en el año 2008 (Onaha, M.E.; Etchegoyen, M., 2008), pretende dar a conocer la presencia de académicos japoneses en Argentina en la posguerra y los resultados de su labor.

Como bien se sabe, la historia de las relaciones entre Argentina y Japón comenzó en las últimas décadas del siglo XIX. Con la ratificación del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre estos dos países, el 3 de febrero de 1898, se favoreció su relación formal. A lo largo de la historia, ese acercamiento formal se fue enriqueciendo con nuevas formas de contacto. Las relaciones diplomáticas fueron establecidas poco después de la firma del tratado y el comienzo de la inmigración japonesa a la Argentina, y el incremento de las relaciones comerciales, siguieron luego. Algo más tarde, se establecieron acuerdos financieros y de cooperación en diferentes áreas entre la Argentina y el Japón.
La emigración japonesa se inició en el año 1868 con los primeros contingentes que llegaron a Hawai. Posteriormente, la emigración hacia América Latina comenzó a desarrollarse a partir de 1890. Según Keiko Imai, la inmigración japonesa hacia América Latina tuvo dos facetas claramente muy diferentes. En algunos países, como Brasil y Perú, se recibió a los  inmigrantes japoneses en base a contratos colectivos de trabajo, acordados con anterioridad a su llegada, o gestados por la compañía de emigración. En otros casos, los inmigrantes entraron individualmente, siendo aceptados en base a su diligencia, a las capacidades de trabajo que ofrecían y, en algunos casos, también en base al capital que eran capaces de aportar. Este último fue en caso de Argentina. También fue frecuente el caso de inmigración que siguió una vía indirecta. Esto ocurrió con los inmigrantes japoneses que se instalaron primero en Perú (o en países limítrofes con Argentina) y que luego decidieron pasar a la Argentina. Su traslado se debió a que ya habían finalizado su contrato en el primer lugar de radicación, o a que buscaron mejores perspectivas de vida (Imai, 1995).
En lo que hace a las relaciones científicas y académicas, como lo señaló Eduardo la Ortiz antes de la década de 1940 la comunidad científica de América Latina había comenzado ya a establecer contactos con redes científicas internacionales, particularmente en el área de la medicina y en ciertos sectores de la ciencia de la observación, pero los había hecho con las redes europeas. A la Argentina llegaron muchos científicos y humanistas españoles que habían emigrado como consecuencia de la Guerra Civil, mientras que otros debían su llegada al advenimiento del fascismo y el nazismo en Italia y Alemania respectivamente. Esos emigrados académicos europeos se orientaron principalmente hacia universidades del interior del país, que tenían una mayor necesidad de personal docente. A comienzos de la década de 1940, varias universidades del interior de la Argentina vivieron un clima de desarrollo y renacimiento cultural del que participaron muy particularmente las del Litoral y Tucumán. En el área de las matemáticas, Beppo Levi, Alessandro Terracini y Luis A. Santaló son algunos ejemplos de matemáticos europeos, de gran distinción, incorporados a universidades del interior entre fines de la década del treinta y principios de la siguiente. Lo mismo puede decirse de científicos y en particular de matemáticos que arribaron a la Argentina desde Alemania e Italia luego de la Segunda Guerra Mundial (Ortíz, 2003).
A comienzos de 1956, la Universidad de Tucumán perdió a los tres profesores que habían contratado en Alemania y al intentar reemplazarlos por otros profesores europeos se encontró con dificultades y no logró hacerlo. Esto fue debido a la rápida recuperación económica de Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial, que hizo que se cerrara el mercado de profesores de ese país para las universidades argentinas. A partir de 1954 es cuando la relación argentino-japonesa se vio favorecida cuando Japón, más adelantado en áreas cruciales de la ciencia y la tecnología, comenzó a proveer asistencia técnica a los países en desarrollo como fue el caso de Argentina.
Es así que a causa de esas iniciativas becarios argentinos comenzaron a recibir entrenamiento avanzado en Japón y al mismo tiempo comenzaron a llegar expertos japoneses a la Argentina. Uno de los hitos en este proceso fue la creación en 1974 de la Japan International Cooperation Agency (JICA) organismo dependiente del gobierno japonés que tenía a su cargo la ejecución de los programas de cooperación técnica y económica. Entre los japoneses ilustres que visitaron la Argentina se destaca en 1958 Hideki Yukawa, una de las figuras cumbre de la física y de la ciencia japonesa. Premio Nobel de Física en 1949. En la misma década y en el campo de las ciencias exactas, el físico Kenichi Goto, el químico Tadao Sato y el matemático Makoto Itoh enseñaron en la Universidad Nacional de Tucumán (Sanchís Muñoz, 1997: 228).
Makoto Itoh fue invitado como profesor visitante de la universidad por su rector, el ingeniero Eugenio F. Virla en el año 1958. Antes de su partida hacia Argentina, el profesor Itoh había sido profesor de la Universidad de Kyushu y también de Hiroshima, en Japón, donde sufrió las consecuencias de la explosión de la primera bomba atómica. Sus campos de interés fueron la lógica simbólica, la teoría de circuitos y el estudio del electromagnetismo.
Estando en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de Tucumán dictó cursos avanzados de Matemática Aplicada y Teoría de Circuitos (Sociedad Científica Argentina, 1972, pág. 206). Como resultados de sus investigaciones en Tucumán, Itoh publicó dos trabajos en la prestigiosa Revista de Matemática y Física Teórica, que Terracini y Cernuschi habían fundado en la Universidad de Tucumán. Esos trabajos se titulan: “The unified electromagnetic equation and its properties in curvilinear coordinate systems” y “On Boolean equation with many unknown elements and a generalised Poretsky ´s formula”. Ambos se publicaron en el volumen 12, Nros. 1 y 2, del año 1959.
Otro matemático destacado que vino a Argentina fue Kiyoshi Iseki. Entre fines de la década de 1950 y comienzos de la de 1960, Antonio Monteiro, director del Instituto de Matemática de la Universidad Nacional del Sur, hizo serios esfuerzos para vincular a su instituto con organismos extranjeros de alto nivel. Monteiro invitó a varios destacados matemáticos extranjeros a su Instituto. Pasaron entre otros los matemáticos Helena Rasiowa, Roman Sikorski, Paulo Ribenboin, Georges Alexitis. Y en 1963 invitó al matemático japonés Kiyoshi Iseki, ligado a la Universidad de Osaka e interesado como él en temas muy modernos de matemática pura. Monteiro fue director del Instituto desde 1957 a 1964, más tarde, Iseki se convertiría en director de ese mismo instituto.
Iseki permaneció en Argentina sólo dos años. Desarrolló una importante obra científica, que se describe en el volúmen de homenaje que se publicó en su honor en Amsterdam en ocasión de cumplir ochenta años (Abe y Tanaka, 2001).
Como conclusión, los profesores Itoh e Iseki fueron contratados por universidades de  la Argentina dentro de los esquemas amplios de la política universitaria de esa época, tendiente a una rápida elevación del nivel académico y atribuir a la ciencia un lugar de excepción dentro del aparato universitario. Esos profesores japoneses fueron invitados por autoridades universitarias que, según consta en las notas de contratación, cubrieron los gastos de traslado a instalación. Merece destacarse que en 1958 no existía aun un tratado formal de cooperación científica entre Argentina y Japón; éste se firmó unos veinte años más tarde, en 1979.

 

* E-mail: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

Referencias:
ABE, J.M. Y TANAKA  2001 Unsolved problems on mathematics for the 21st century: a tribute to Kiyoshi Iseki ´s 80th birthday. IOS Press: Amsterdam and Washington, D.C.
IMAI, K. 1995. “Los inmigrantes japoneses en Argentina: historias personales de empresarios pioneros”. Estudios Migratorios Latinoamericanos, 10 (30): Buenos Aires: CEMLA.
ONAHA, M.E. Y ETCHEGOYEN, M.  2008. “La presencia de matemáticos japoneses en Argentina: Un episodio de la posguerra”. Revista Brasileira de História da Matemática, 8 (16): 173-179. Brasil: Sociedade Brasileira de História da Matemática.
ONAHA, M.C.  1997. “Características de la inmigración japonesa en la Argentina”. Actas del IX Congreso de Literatura, Historia, Pensamiento y Metodología. Cuadernos Canela, IX: 21-38. Japón.
ORTÍZ, E.L.  2003. “La política interamericana de Roosevelt: George D. Birkchoff y la inclusión de América Latina en las redes matemáticas internacionales”. Saber y Tiempo, 15: 53-111, y 16: 21-70.
SANCHÍS MUÑOZ, J.R.  1997. Japón y Argentina: Historia de sus relaciones.
Buenos Aires: Editorial Sudamericana-Fundación Okita.
SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA  1972. Evolución de las Ciencias en la República Argentina (1923-72). Buenos Aires.

Informe de Abril de 2015

Durante el primer mes de actividades se inauguraron los diferentes grupos de trabajo para recabar datos para el archivo.
Historia de la actividad económica - empresarial. Historia de las artes - música y danzas.Historia de los científicos nikkei y la cooperación científica-tecnológica entre Japón y Argentina. Historia y género. Historia y memoria: agrupación de familiares de desaparecidos de la colectividad japonesa.
Alentamos la colaboración de todos los interesados para integrar los grupos ya iniciados o abrir nuevos grupos y líneas de trabajo.

Obras
Se ha solicitado un presupuesto para el acondicionamiento de las salas destinadas para el Archivo a la empresa NISEN Arquitectura.

Donaciones
A continuación publicamos la lista de donaciones recibidas: Cecilia Onaha, $ 3000  (2/3/2015, recibo Nro 1822); Alberto Onaha, $ 5000, familia Sato – Katayama, mueble biblioteca; Embajador José Ramón Sanchís Muñoz, donación de 101 libros (24/4/2015);  Susana Tamashiro, $ 700 (11/05/2015 Recibo Nro: 1889).

Presupuesto
Se están considerando presupuestos para el arreglo de la entrada, escalera, acondicionamiento de dos salas de la mutual. Hasta el momento se ha presentado uno de $ 37.000.