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Se trata de Funassyi, una popular mascota en Japón y atracción no oficial de la ciudad de Funabashi, prefectura de Chiba.
 El año pasado, en estas páginas, presentamos el boom de las mascotas promotoras de cada región de Japón. “Yuru-kyara” es una abreviación del “Yurui-carácter”. Estas mascotas gigantes tienen como objetivo promover las atracciones regionales o representar la identidad empresarial o institucional. En el sentido más estrecho, se trata de las mascotas de peluche de tamaño humano creadas por las administraciones japonesas, como gobiernos locales u otras instituciones públicas.
Hoy por hoy, la mascota más popular, aunque compite en ese nivel con el invencible Kumamon (el oso de la prefectura de Kumamoto), es “Funassyi”, la atracción no oficial de la ciudad de Funabashi, prefectura de Chiba. Es una especie de pera muy querida por el pueblo nippon por su carácter cómico, sus movimientos agiles y sus divertidas charlas. En una encuesta del año pasado, Funassyi obtuvo el primer lugar del “Yuru-kyara ranking” entre los japoneses de entre 25 a 34 años, lo que superó el voto a favor de Kumamon. También en otras generaciones se ubica en el segundo lugar del ranking, claro, después de Kumamon.
Hace unas semanas, Funassyi visitó la Argentina y La Plata Hochi pudo hacerle una breve entrevista. Así, con su particular manera de expresarse (con su falsete agudo y agregando muchas veces “nassyiiii!!!” al final de frases que a veces cuestan entender o deducir si responde seriamente o bromeando), Funassyi habló de su vida.
Nació el 4 de julio de hace 1876 años. Es el cuarto hijo de una familia de peras y tiene 247 hermanos. Su hobbies son “Nashi-korogashi (juego parecido al fútbol: llevar la pera hacia el arco) y coleccionar bichos bolitas. Por su habilidad sorprendente para el baile, no dejan de invitarlo a los distintos eventos de todo Japón.
¿Cuál fue el detonante del boom de Funassyi? Como habíamos dicho, Funassyi no es una mascota oficial de la ciudad de Funabashi. Al principio, era un dibujo que inventó un ciudadano de esa localidad en 2011. Al año siguiente, inventaron un peluche del tamaño humano y, desde entonces, empezó a actuar en varios videos de Internet. A partir del momento en que se registró como miembro de la asociación japonesa de mascotas regionales, empezó a participar en varios eventos y, poco a poco, fue ganando popularidad.
Para participar en la reunión oficial de los “Yuru-kyara”, necesitaba la autorización de la municipalidad de Funabashi, pero, contrariamente a su fama de ese momento, su pedido fue rechazado. Visitó también a la cámara de comercio de la municipalidad de Funabashi para poder participar del festival municipal, pero este tampoco lo autorizó a participar. Sin lograr recibir la autorización oficial de la municipalidad, comenzó a ir a varios eventos regionales y, por fin, recibió la oferta de actuar en una publicidad (la del té “Ju-rokucha”, de Asahi). Luego lo invitaron a un popular programa de televisión, en donde perdió en una lucha de Sumo contra el conductor del programa.
Lo curioso es que Funassyi escaló hasta el segundo lugar del ranking de “peor Yuru-kyara”, por su figura y gestos poco delicados, la incomprensibilidad de sus comportamientos y sus dichos, entre otras características.
Hay que saber que durante bastante tiempo Funassyi fue ignorado por la municipalidad, pero fue construyendo su fama actual gracias a su espíritu rebelde.
Carne, vino y tango
En Buenos Aires, Funassyi visitó el barrio de la Boca, donde disfrutó de la carne argentina y el vino. Tuvo la oportunidad de bailar tango con una bailarina porteña y también visitó el zoológico de Luján, en donde se amigó con los osos y casi se pelea con los leones.
¿Qué impresión tuvo de Buenos Aires?, se le preguntó. “Imaginaba la pobreza y la inseguridad, pero me sorprendió la belleza de la ciudad, la cual me parece muy europea, con gente coqueta”, dijo.
En realidad, Funassyi estuvo acompañado por una persona durante la entrevista: era su compañero de viaje, Antony, un famoso cómico japonés-americano. Con su cara completamente extranjera, habla un perfecto japonés y no para de hacer chistes.
Antony nació en el barrio de Itabashi de Tokio. Su familia es dueña de un restaurant de sushi, o sea que él es un típico “Edokko” (criado de Tokio). Su padre es afro-americano y su madre, japonesa. Su padre falleció cuando Antony era joven y su madre se volvió a casar con un japonés, su actual padre, chef de sushi. Su actual popularidad proviene de la peculiaridad de su físico extranjero y su corazón japonés. Es parte del dúo cómico “Matenrou” junto a otro cómico, Daisuke Ohno. Trabaja tanto en dúo y como solista, y está muy presente en el mundo de la televisión japonesa. Lo gracioso fue que durante el viaje, Funassyi hablaba inglés porque Antony no habla.
Además de conocer Buenos Aires, principalmente viajaron para ir a la Antártida, en donde se quedaron 11 días.
La aventura de Funassyi y Antony en la Antártida se emitirá el domingo 3 de mayo a las 19, en el programa de televisión “Sekai Best-of video show / Chozo-research”, del canal Fuji TV.
Funassyi ya ha sido partícipe en varias aventuras de este programa. Voló en parapente en Hawaii y el buceó en Miami; participó de la ceremonia de las grandes Ligas de Béisbol en Florida y paseó en submarino.
Antes de partir, Antony quiso enviar un mensaje a los lectores de La Plata Hochi, “Por favor, miren la tele visión japonesa para conocer la locura que se encuentra alrededor de esta muñeca Funassyi. Chequeen el programa Sekai Best-of video show / Chozo-research, del Fuji TV el 3 de mayo. (http://www.fujitv.co.jp/cyoujyoresearch/)
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