Jueves, 09 de Abril de 2015
Preservar la Historia
Escrito por Doctora Cecilia Onaha   

Desde AJA se ha presentado un proyecto para reunir el Archivo de la Historia del Inmigrante Japonés en la Argentina, actualmente en Glew.

El sábado 7 de febrero de 2015, desde las 17, por invitación de Alberto Onaha, actual tesorero de la Asociación Japonesa en la Argentina (AJA), y como firmante de la nota presentada a FANA (Federación de Asociaciones Nikkei en la Argentina), conjuntamente con Akira Ikegaki, presidente, y Matilde Sato, secretaria de la Asociación Japonesa, participé en la reunión de miembros de la comisión directiva de FANA para hacer público el ofrecimiento de la Asociación Japonesa en la Argentina de recibir el Archivo de la Historia del Inmigrante Japonés en Argentina, ubicado en Glew, provincia de Buenos Aires.

Inicialmente, esta comisión se había expedido favorablemente, pero su presidente, el Ingeniero Komesu, se opuso. El objetivo de mi presencia fue confirmar si se rectificaba o se ratificaba esa decisión. Finalmente, la comisión decidió dar marcha atrás con la decisión.
La historia es la memoria de un grupo humano. El saber de dónde se proviene y por qué se es como se es, nos ancla en el devenir de la sociedad. El conocer la cultura de la cual provienen nuestros antepasados nos permite saber por qué somos así hoy y, además, nos dota de elementos de nuestra cultura de origen para aportar conscientemente a la constante construcción de la que es ahora nuestra cultura, la argentina.
Por otra parte, el estudio de la historia también nos permite reflexionar sobre pasadas decisiones y juicios; es maestra de la vida, en ese sentido. No predice el futuro, pero, al menos, nos muestra las consecuencias de nuestras decisiones pasadas;  qué tan necios, ciegos, egoístas fuimos; qué suerte que tuvimos al decidir sin tener todos los elementos de juicio, qué sabios al optar por la vida. La historia nos muestra cómo hemos ido labrando nuestro presente y, así, permitirnos vivirlo más plenamente.
La Asociación Japonesa en la Argentina se ha propuesto retomar el trabajo que había iniciado en 1987, con la primera creación del entonces Museo, Archivo y Biblioteca de la Inmigración Japonesa, ubicado en la casa del té del Jardín Japonés, según consta en la Memoria de la asociación, presentada en la 62°Asamblea General Ordinaria del 30 de abril de 1988. Yo participé de ese proyecto, y por ese motivo he aceptado dirigir la comisión integrada para llevar adelante el proyecto de reapertura del Archivo Permanente de Historia de la Colectividad Japonesa en la Argentina. He aceptado encabezar el grupo para este proyecto y, a tal fin, he pedido a muchos colaboradores, colegas y amigos que me apoyen.
Una de las preguntas que me ha hecho un importante dirigente es de dónde se obtendrían los fondos para que esto no sea un “fracaso” más de la colectividad. En ese momento, yo no supe responderle y solo ofrecí mis servicios profesionales. Pero al día siguiente, una de mis más cercanas colaboradoras en la Universidad Nacional de La Plata me dio la respuesta: hay muchos que seguramente apoyarán este proyecto. En ese momento también recordé el ejemplo del dirigente a quien más respeto, el Doctor Bunpei Uno: demostrar, con el ejemplo, y dar el primer paso.
Hoy utilizo este medio para hacer público que dono $ 3000, en efectivo, para empezar este proyecto. Es una suma muy pequeña, pero si todo aquel que esté de acuerdo colabora, podremos generar la fuerza necesaria. He solicitado a La Plata Hochi publicar la lista de donantes para el proyecto, de modo que sea una gestión transparente y todos tengan la prueba de cuánto dinero se ingresa en la administración de AJA. Se recibirán no solo donaciones en dinero, sino también en productos y trabajo.
Les invito a todos aquellos que compartan esta propuesta, que se acerquen a la Asociación Japonesa y hagan expresa esta voluntad.
Les doy un ejemplo que expuse meses atrás: el inmenso edificio de la casa de té de Palermo se levantó teja por teja. Se trata de repetir el mismo principio para acondicionar y pintar toda la sede de AJA, para que sea un digno edificio que albergue el archivo. Luego, el propio archivo comenzará a producir para generar sus propios recursos.
El mismo dirigente me dijo despectivamente: “Si AJA ni siquiera puede comprar pintura para pintar la sede, cómo van a hacerse cargo de algo tan importante y que excede nuestras vidas”.
AJA cumplirá 100 años en el 2016. Es la entidad que dio origen a la estructura institucional de la colectividad. Incluso hoy sigue albergando la sede de FANA. La historia es el principal patrimonio de AJA y reasume el rol de seguir construyendo la historia de la colectividad. Todos aquellos que deseen participar también en esta tarea, sin ningún tipo de distinción institucional, serán muy bienvenidos.