Jueves, 19 de Febrero de 2015
Bon Odori de Sarmiento: una fiesta familiar

Aspectos que definen al festival organizado por la Asociación Japonesa Sarmiento.

Conservador, familiar y espiritual es el tipo de festival de verano llamado “Bon Odori”. Así se podría describir este evento festivo y de celebración a través del cual se acompaña y consuela a las almas de los difuntos.
El carácter Bon 盆 se traduce en español como “Fiesta de las linternas”, y Odori, “danza”. De esta manera, a través de la danza de las linternas, se invita a los participantes a compartir este evento para consolar, calmar, y acompañar el alma de los difuntos.

Según cuenta la mitología hinduista-budista, un discípulo de Buda, quien quería aliviar el alma hambrienta (preta) de su madre fallecida, le pidió un consejo para calmar su pena. Buda le dijo que a través de actos caritativos, él ayudaría el alma de su madre. Así, cada período de verano, a partir del 15 de julio, los monjes budistas celebran este importante evento, y ofrendan comida y bebida a las almas hambrientas. Este acto se considera de piedad y amor filial, y una muestra de respeto y devoción hacia los ancestros.
En Japón, cada 15 de julio, según el calendario antiguo, y desde el año 14 (período de la emperatriz Suiko), se celebra este importante evento de Bon. La danza también manifiesta la expresión de consuelo, y luego acompañamiento de las almas.
Así, una vez más, como en las noches de verano de Japón, la Asociación Japonesa de Sarmiento convoca a su tradicional Bon Odori, que este año cumple su décimo tercer aniversario, así lo indicó el representante artístico de la institución, Horacio Zakimi, quien agregó que el Bon Odori comenzó originalmente por esa zona, precisamente en Moreno, en la Colonia Esperanza. Él cree que este Matsuri fue el primero que se hizo en la República Argentina, en el año 1974, y luego se extendió a la Colonia Urquiza, en La Plata, que todavía continúa realizando este festival.
En Sarmiento, el Bon Odori, según Zakimi, sirve para abrirse hacia otras comunidades y hacia otras instituciones. En cuanto a las diferencias que este festival podría tener con otros, Zakimi distinguió el sentido espiritual, por la convocatoria que se hace en el mismo, al comienzo, cuando se invoca a las almas de los ancestros a descender para agasajarlas y consolarlas.
“Si bien nosotros no lo practicamos de la misma manera, porque es una práctica budista, invitamos a toda la gente a que puedan llamar a sus seres queridos, y hoy lo hacemos, y la gente se siente muy emocionada. Nosotros los convocamos, y después lo regresamos a sus lugares a través de los fuegos de artificio”, explica Zakimi.
Otra diferencia que él resalta es que este es más familiar, y más tranquilo, con una participación de unas 4000 o 5000 personas, en comparación con La Plata, que convoca a unas 15. 000. También se le preguntó por qué los argentinos se sienten atraídos por este evento, y él resaltó que el carácter participativo del mismo lo hace atractivo, la gente puede participar a través del baile y bailan todos.
Además, el presidente de la asociación, Alfredo Tamagusuku, agregó que los argentinos se sienten atraídos por la cultura japonesa en sus distintas expresiones: el dibujo, el canto, el baile, y en este festival, como él señala, que alrededor de la pista deben haber unas 200 o 300 personas bailando, el 80 por ciento son argentinos.
En cuanto a la organización del festival, se demoran dos meses aproximadamente en preparar todo, y participan las familias de la asociación, que son alrededor de 200.
En general, todas las tareas que se deben hacer en el campo, como colocado de luces, armado de la torre central, distribución de las sillas, etcétera, la realizan los hombres del club. Además, el departamento de jóvenes de la asociación, particularmente los hombres, también ayudan en el campo, mientras que las chicas, que rondan en una franja de edad desde los 14 hasta los 25, aproximadamente, ayudan a cocinar junto a las madres.
Tamagusuku agrega que en la organización del festival participa la comisión directiva, que, a su vez, se divide en grupos de trabajo, para avocarse a tareas que cubran el campo de deportes, la parte de electricidad, el conseguir los sponsors, los stands, y el buffet, siendo este último realizado íntegramente por gente de la asociación, por tal motivo, generalmente, los puestos suelen vender aquellas mercancías que la institución no abarca.
“Este Bon Odori –asegura Tamagusuku- tiene una atmósfera familiar, y es conservador. Ver este Matsuri es ver una micro gota de Japón, según nos dicen nuestros padre-, por el ambiente, por la escenografía, por cómo está pensado todo el festival. Como segunda generación, sin haberlo visto en Japón, que nuestros padres nos digan que este festival es muy parecido a lo que es allá, nos da cierto valor”.