Viernes, 04 de Julio de 2014
Doctor Bunpei Uno (宇野・文平)

Como actual coordinadora del Departamento de Asia y el Pacífico, y en nombre los integrantes del Centro de Estudios Japoneses, deseo rendir homenaje al Dr. Bunpei Uno, quien fuera  uno de sus principales impulsores en el momento de su creación, con la beca para estudiantes de idioma japonés y la colección de libros que forman parte de la base de su colección.
El Dr. Bunpei Uno, médico por la Universidad de Hokkaido (1950, médico nacional 1951) y Doctor en Medicina por la misma universidad (1998) como culminación de su carrera como investigador, ha sido inspirador para nuestro trabajo. En la historia de la colectividad han habido muchos graduados universitarios japoneses que llegaron como inmigrantes.  Pero el Dr. Uno, por su especialidad, se destacó no solo en el ámbito de la comunidad, sino en la sociedad argentina en general. Su paso por el Instituto del Dr. Bernardo Houssay, Premio Nobel  de Medicina, en sus primeros años como investigador en Argentina, le dio el entrenamiento necesario para integrarse en la sociedad argentina. Su carrera estuvo jalonada por momentos importantes, en la investigación propiamente dicha, con el descubrimiento de un antígeno que lleva su nombre, para la realización de test de Mal de Chagas, así  como en la gestión, con el viaje como delegado del Ministro de Salud, Dr. Oñativia, para la negociación de una provisión de vacunas en Japón, o acompañando al Dr. Houssay en su viaje al Japón, para participar de un encuentro de medicina que tradicionalmente organiza la Asociación Médica Japonesa, invitando en cada oportunidad a galardonados con el Premio Nobel  en Medicina.

A comienzos de la década de 1970 es convocado a la Asociación Japonesa para hacerse cargo del proyecto Hospital Japonés. Desde ese entonces, este proyecto se convertirá en una parte importante de su carrera. Se trataba de un proyecto muy ambicioso, compuesto por muchas etapas que debían cumplirse para su logro, porque no bastaba solo con la parte técnica científica. Allí, además, demuestra su calidad de intelectual integral, genuino representante de los intelectuales japoneses de pre guerra. Ideó un plan para cuyo logro una generación no iba a alcanzar, pero su trabajo no fue en vano.
En el transcurso, no se equivocó al momento de buscar su equipo: la comunidad japonesa en su totalidad, no lo que hasta ese momento había sido lo usual, el apoyo oficial. Contra viento y marea llevó adelante cada etapa con éxito.  Tuve el honor de ser testigo en el momento de la finalización del edificio del Centro Cultural (Bunka Kaikan, en su denominación original en japonés). La dimensión de su trabajo hoy es evidente en el mismo jardín:  invito a todos los lectores a visitarlo una vez más, pararse frente a la donación de una famosa corporación multinacional; luego, frente al Edificio Casa de Té, producto del esfuerzo de toda la colectividad dirigida por el Dr. Uno. Las diferencias son contundentes y debemos apreciar y sentir orgullo de ello. Ser dirigente no significa solamente ponerse delante, sino poner todas sus energías e, incluso, sus recursos económicos primero. 
Su última etapa en Japón fue para completar esta etapa de la tarea. Interminables jornadas en el trabajo de realizar chequeos de salud, como médico, para ahorrar y terminar de saldar la deuda contraída por la finalización de la Casa de Té. Esas largas horas de trabajo también se transformaron en producto científico, fue el material de investigación para su tesis doctoral. Sus últimos años fueron dedicados a los estudios de geriatría y gerontología y a desempeñarse como director en instituciones para el cuidado de ancianos.
La muerte lo sorprendió en la sede de la Asociación Japonesa, preparando el II Congreso Argentino Japonés de Geriatría y Gerontología.
En uno de sus últimos mensajes por mail que recibí, escribió la siguiente frase.
. 医学会では調査はサイエンスにあらず。調査して分析して始めてサイエンスなり。  
“En el mundo de la Medicina, la simple recolección de datos no es ciencia.  A partir del análisis de esos datos comienza a ser ciencia”.
Como docente universitaria, y también como miembro de la colectividad japonesa en la Argentina,  por todo lo que nos ha enseñado con su vida, rezamos por su eterno descanso.

 

* Profesora  Adjunta a cargo de la cátedra, Historia de Asia y África Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Coordinadora del Departamento de Asia y el Pacífico “Prof. Jorge Di Masi”, Instituto de Relaciones Internacionales, UNLP.