Viernes, 27 de Diciembre de 2013
El Bon Odori en Colonia Urquiza
Escrito por Por Lic. Cafiero, Irene Isabel- Prof. Cerono Estela*   

Una lectura sobre su readaptación y resignificación; cómo y por qué nació este festejo aquí, en la Argentina, el cual actualmente llega a reunir a más de 10.000 personas. Más allá de eso, un aspecto de la vida cultural de las familias japonesas en Argentina desde el análisis de un festival. (I parte)

Sobre  inmigración japonesa y cultura se han escrito miles de textos, pero muy pocos de contenido valioso y útil, en gran parte, debido a la dificultad que supone percibir y comprender lo que subyace bajo la vida japonesa. Retratar desde el punto de vista histórico y sociocultural supone una labor intrincada. Este informe intenta ser una contribución al conocimiento de la vida cultural de las familias japonesas en Argentina desde el análisis de un festival, el Bon Odori (deriva de O-bon o día del respeto a los difuntos, mezcla donde confluyen aspectos budistas, sintoístas y confucionistas.

Es un baile popular religioso que se originó para dar consuelo al espíritu del difunto durante la época del Obon: 15 de julio, según el calendario lunar, o 15 de agosto, según el solar), en el que se conjugan tradición, identidad e integración. Se celebra cada enero durante una tarde y noche en la colonia. El segundo sábado del primer mes del año es la cita para inmigrantes, para herederos y para la población en general que quiere saber qué hay de Japón en Colonia Urquiza. La primera adaptación se refiere, justamente, a la fecha de celebración en Occidente, dado que en Japón se realiza durante los meses de julio y agosto, en coincidencia con la cosecha del arroz (parte del ciclo vital) y como parte de los matsuri o festivales japoneses de otoño/ verano. La segunda adaptación, y quizá la de mayor peso en este informe, se relaciona con el carácter mucho más económico-social. A partir del 2008 fue declarado de interés provincial y municipal, otorgándole, así, una visibilidad a la comunidad dentro de la sociedad platense y de toda la provincia de Buenos Aires que “desexotizó” a la colectividad y construyó un contacto cultural basado en el acercamiento y el diálogo.
La imagen (foto que ilustra este artículo) acompañó la portada del libro “Algunas Voces, mucha tradición”, y corresponde al primer Bon Odori que se realizó en el marco de otro festival, Undoukai, en el campo de la familia Nitta,  en el año 1965. Podemos observar adultos, jóvenes y niños vestidos con atuendos típicos danzando alrededor del yagura (significa torre, pero  originalmente era el lugar de almacenamiento de las flechas, de las armas, de la comida o, simplemente, como espacio desde donde vigilaban los soldados), vemos los tambores, lejos de la ciudad, lejos de Japón, pero muy cerca de la tradición. Son pocos, algunas familias en medio de la vastedad del medio rural. Están juntos, celebran. Esta fotografía que fue tomada hace 48 años, es un testimonio de lo que fue aquel festival.
Posteriormente se realizaron en las comunidades de: Colonia La Plata, Colonia Urquiza (en el campo de algún inmigrante y luego en el Club de la Asociación Japonesa La Plata) y en Mizujo (granja agrícola, también conocida como “granja criolla con espíritu japonés”, la cual es un emprendimiento de la familia Sato), pero solamente participaban gente de los alrededores, en especial las familias japonesas. No hubo continuidad, solo se realizaron en forma esporádica y no con la relevancia de los últimos 14 años.
Durante la celebración del Bon Odori de 2011 y 2012, en Colonia Urquiza, y ya como espectáculo en sí mismo, en los intervalos de la danza se disfrutaron los tambores (kumi daiko, literalmente ensamble de tambores) que con una gran intensidad rítmica mezclan percusión con movimientos de karate. Allí se presentó el grupo independiente “Buenos Aires Taiko”, que además del kumi daiko tradicional, incorpora otras manifestaciones musicales y escénicas. Tanto el taiko como los fuegos artificiales son un sello de la celebración.
En algunas entrevistas realizadas a los primeros inmigrantes japoneses de Colonia Urquiza, recogimos valiosa información acerca de los inicios de la celebración y de la significación para ellos y sus familias. Al respecto, el profesor de taiko Muneo Kobayashi (fue profesor de taiko en la Colonia La Plata, luego en Colonia Urquiza hasta el año 2011 y allí formó a sus discípulos, Iehisa Takahashi y actualmente Takashi Nishida quienes enseñan a los niños de la Escuela Japonesa Nihongo Gakko, en Colonia Urquiza) señala que los primeros Bon Odori se llevaron a cabo en Colonia La Plata y que recién cuando las escuelas se unificaron se realizaron en la Colonia Urquiza  (El 12 de enero de 2002 se realiza el primer Bon Odori, en la cancha del Club Japonés de Colonia Urquiza para recaudar fondos y subvencionar a la escuela japonesa que se había unificado unos años antes) y se los propuso para recaudar fondos. El resto de las colonias se sumaba aportando tablones, materiales o en la ayuda para cocinar o limpiar. Le siguieron a Colonia Urquiza en el tiempo, los festivales de General Sarmiento y Burzaco. En general se hacían en enero, pero a veces cercanos al inicio de clases y esto dependía del buen tiempo y la organización del mismo. El objetivo fundamental era reunirse y juntar dinero, razón por la que muchos de los stands que formaban parte de los predios no  tenían directa relación con la cultura japonesa.
El profesor Muneo Kobayashi  es oriundo de Nigata y nos indicó que la forma de tocar el taiko es wadaiko (tocar el tambor a la japonesa, con mucha fuerza), forma que no tiene nada que ver con la de Okinawa que es la que ha avanzado en la actualidad. Recuerda que el Bon Odori en Japón aún tiene en algunas zonas mucho de ritual, que algunas mujeres usan el velo kaza y que los hombres usan máscaras o disfraces. En Colonia Urquiza, en los primeros Bon Odori, algunos utilizaron el kaza y las máscaras, estas últimas para darle un toque divertido al evento, pero no prosperó. Comentó que la música que acompaña a la celebración en Japón es diferente o era diferente cuando vivía allí. Cuando empezó a enseñar las canciones que ahora acompañan el evento en la colonia, debió armar como serían los toques del taiko para esas canciones, un verdadero creador.
Por su parte, la familia Tsuru recordó que en los primeros Bon Odori que se llevaron a cabo en la Colonia Urquiza, primó la desprolijidad, y ello se vio reflejado en los libros de acta donde solo figuraron entradas y salidas, vale decir gastos y recaudación. También comentan que la primera comisión pro Bon Odori fue encabezada por el señor Bunno y que se elegía entre los padres de los alumnos de la escuela y asociados a la AJLP (Asociación Japonesa La Plata), ya sean de la Colonia Urquiza o de otras colonias aledañas.
Recuerdan que empezó allá, por enero de 1999, y que con el paso de los años se fue perfeccionando, no solo la organización del evento, sino, también, la comisión organizadora que ha incorporado un programa de simulación, donde, a través de la imagen, pueden visualizar todo el organigrama. Cuentan con el asesoramiento de un arquitecto. En lo que respecta al desarrollo del evento, dos meses antes se hace hincapié en la práctica de las performance de jóvenes, niños y niñas tanto en taiko como en baile. En esto último, las encargadas son la señora Noriko Tsuru, la señora Sato y la señora Bunno.

 

* UNLP, Argentina.