Un capítulo de "Algunas voces, mucha tradición". Pasado y presente de la comunidad japonesa de Colonia Justo José de Urquiza, libro recientemente publicado, escrito por Irene Isabel Cafiero y Estela Cerono, que muestra una mirada a la inmigración japonesa en la Argentina, la de la colonia de La Plata.
Espacio, localización y condiciones para su instalación La Colonia General Justo José de Urquiza (comúnmente llamada Colonia Urquiza) se encuentra situada en las proximidades de la localidad de Melchor Romero, en la circunscripción VIII de la zona sur del Partido de La Plata de la Provincia de Buenos Aires, ubicada dentro del radio que comprende la siguiente demarcación: desde las calles 178 a Ruta Provincial Nº 36 y desde la calle 513 hasta la calle 448. Cubre una superficie de 724 hectáreas. Dividida por el Consejo Agrario Nacional, en 85 parcelas cuya superficie oscila entre las 4 y 13 hectáreas cada lote (la división de los terrenos de la Colonia Urquiza datan del segundo gobierno de Perón. El promedio de hectáreas por familia es actualmente de 4 a 9 hectáreas).
Su emplazamiento se relaciona con las condiciones óptimas del terreno para la agricultura en especial, a la que luego se le sumará la floricultura. En principio, la colonia fue pensada para grupos de inmigrantes de distintas nacionalidades europeas (preferentemente italianos, los japoneses recién se incorporarán para la década del ´60), los cuales fueron supervisados en un 60 por ciento por un inspector y un ingeniero en la agricultura u horticultura. Por tal razón, el Consejo Agrario Nacional crea la Colonia Urquiza con los primeros inmigrantes italianos. Cabe señalar que el espacio donde actualmente se encuentra ubicada fue propiedad de dos inmigrantes terratenientes europeos. Uno de ellos, Guillermo Decker, holandés, tenía sus terrenos comprendidos desde la zona de Abasto hasta la Ruta Provincial Nº 36 y Ruta Nacional Nº 2. El otro, John Mhay, inglés, era el dueño originario del territorio de la Colonia, que comprendía desde la localidad de Melchor Romero hasta la calle 448 y desde 178 a Ruta Provincial Nº 36. Ante la inminente aplicación de la Ley de Nacionalización de grandes latifundios (expropiación de territorios en 1948) durante el gobierno de Juan Domingo Perón, estos terratenientes decidieron venderles sus tierras o gran parte de las mismas a sus puesteros o inquilinos (quienes resultaban ser vecinos) entre los que se contaban algunos que habían venido como inmigrantes a principios de siglo, tal el caso de la familia Perazo, que luego vendió parte de sus territorios a familias japonesas como los Tsuru, los Tsunoda, los Miyawaki. La familia Peña, compró tierras que actualmente ocupa la sede del club de los japoneses, que en la jerga popular se lo conoce como Campos Peña, y otros terrenos que luego vendió a familias japonesas, cumpliendo con la ley provincial que establece que los lotes no deben subdividirse en menos de 4 hectáreas. Las tierras que no se llegaron a vender, quedaron como saldo, fueron entregadas al gobierno, quien pasó a administrarlas a través de Asuntos Agrarios de la Nación para derivarlas a la repartición de colonización; debido a ello, surge un proyecto de colonización en pro de la agricultura u horticultura y se comienzan a construir las primeras casitas dentro de predios de 4 a 8 hectáreas para los futuros inmigrantes. Las primeras 5 familias que arribaron al lugar, de origen italiano fueron: en 1954 la familia Di Carlo, en 1955 las familias Fanara, Petix, Tripi, Di Marco y Vaccaro (esta última al poco tiempo emigró hacia la ciudad); en 1960 llegaron las familias Minela, Spina, Destro, Fragotti, Di Clemente, entre otras (información otorgada por un oriundo del lugar Rubén Perazo, bisnieto de inmigrantes italianos que nació y vive actualmente en la Colonia y cumple funciones como Presidente de la Cooperativa de Teléfonos de Abasto, con interés de integrar las colectividades de la zona tanto italiana, española, portuguesa y japonesa, se encuentra en la etapa de recopilación de historias del lugar que se sumará al rescate de un patrimonio arquitectónico rural de 120 años que acogerá relatos, vivencias y material ilustrativo). Según las apreciaciones de Nakashima Tyoichiro, quien en los años 60 recorriera diversos lugares de los alrededores del Gran Buenos Aires, en busca de un sitio ideal para establecer una colonia de japoneses, reconoció este sector sur de La Plata como el más apto, por lo cual entabló negociaciones con el gobierno argentino para concretar un proyecto auspiciado por Japón. (En Japón, en 1954 se creó la Federación Japonesa de Asociaciones de Emigrantes presidida por Shozo Murata. Por ley de la Dieta del 8 de julio de 1963 se estableció el Servicio de Emigración del Japón, cuya representación funcionaba en Buenos Aires, en Belgrano 863. El Servicio, cuyo director era Kenji Hirooka, dependía del gobierno japonés y sus antecedentes eran dos organismos creados en 1955, dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón: la Federación de Asociaciones de Ultramar, y la Compañía Pro Fomento de la Emigración Japonesa; establecieron oficinas por varios países creándose colonias agrícolas como objetivo primordial.) Según la llegada de los primeros inmigrantes japoneses a la Colonia Urquiza se puede identificar la procedencia de tres corrientes: - La primera es la que se relaciona con los que vienen directamente desde Japón, que intervinieron en el proyecto de estudiantes selectos que viajaron a California, Estados Unidos, para aprender o perfeccionarse sobre las técnicas de agricultura y que el gobierno japonés les propuso emigrar hacia la Argentina (el precursor de este proyecto fue Nakashima Tyoichiro que logró instalar las primeras 10 familias). - La segunda se relaciona con los que vinieron de otras zonas de la República Argentina, y que llegaron al lugar por contrato con el gobierno argentino, en su mayoría jóvenes solteros que se habían instalado temporalmente en distintas zonas propuestas, algunos regresaron a Japón y otros solicitaron a JICA un lugar para poder establecerse, siendo la Colonia Urquiza la elegida para afincarse definitivamente. - La tercera proveniente de la República de Bolivia y República del Paraguay, a través del mecanismo de deslizamiento y llamado. Llegaron a Colonia Urquiza y fueron contratados como empleados de otros japoneses hasta obtener el dinero necesario para independizarse y acceder a la compra del terreno, tal son los casos de las familias Morita, Wago, Nishida, etc. El 90 por ciento de la población que vive actualmente en la Colonia lo hizo de esta manera. En los registros del lugar, de 1961, figura como primera familia de origen japonés a la de Tosaku Nishiiyama (de 4 miembros) que se dedicó al cultivo de claveles y contó con un invernáculo. Dicha familia luego emigró al Brasil. Entre las primeras familias fundadoras, del año 1962, sobre un total de 25 familias, 12 tenían un miembro que era técnico especializado en California, como en el caso de la familia Tsuruoka, que arribó desde la República Dominicana11 (también desde esta República, lo hicieron las familias Fuchiwaki y Maeda); la familia Satonobu, en cambio, proveniente de la provincia de San Juan, y la familia Nishida, de la República del Paraguay, la que por deslizamiento llegó a la zona sur de la provincia de Buenos Aires y luego se trasladó a esta colonia, dedicándose a la producción de verduras. En 1963 se instalaron 15 familias más. En cuanto al lugar de origen en Japón de los miembros de la Colonia se pudo establecer que hay un gran porcentaje de la Isla de Kyushu, en especial de las provincias de Kagoshima y Kumamoto; de la Isla de Shikoku, de la provincia de Kochi, que presenta una particularidad muy especial, debido a la pobreza reinante luego de la Segunda Guerra Mundial, muchas familias de pueblos de esa provincia migraron hacia la República del Paraguay y luego a la República Argentina ; algunos de la Isla de Honshu, preferentemente de la provincia de Hiroshima y de la zona norte de Akita; en cambio, de la isla de Hokkaido arribó un numeroso contingente. En cuanto a la presencia de okinawenses (que en el país ha sido muy notoria su entrada desde principios del siglo) se registran pocas familias como las de Shimabuokuro y Yamasato. La característica fundamental de la Colonia Urquiza es que se trata de una colonia relativamente joven (de la década del ´60) cuyo rasgo distintivo es la de contar con un porcentaje elevado de issei, pero cabe mencionar que con el correr de los años los nisei y sansei muestran un número cada vez más elevado de miembros.
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