Punto de organización y de contacto, de unión entre el deseo individual o colectivo, y el poder capaz de satisfacer ese deseo. Eso es, para nosotros, el centro. Y hablar de la política en esta edición especial es -siempre desde nuestra visión- destacar, resaltar, subrayar acciones que, en la coyuntura de nuestra colectividad, estamos viviendo; analizarla y sintetizarla, resumirla, con el objeto de mostrarla, en el centro, como una coexistencia de diversas fuerzas concentradas y no centralizadas. Intentamos reunirla desde nuestra particularidad (como colectividad), para observar y mostrar, también, su dinamismo, su multiplicidad.
Así ubicada en estas páginas, creemos –o al menos probamos- ir primero de lo particular, de un interior, a lo general, a un exterior. Ir del centro a los márgenes, porque cada pueblo, comunidad, hombre, tiene su centro, su punto de vista. Y en esta coyuntura, entre otros, se ubica la diputada nacional Alicia Terada, para quien el cambio (o quizá el desarrollo) no depende de un grupo, sino de todos, o el director de PROAA (Producciones Agrícolas Asociadas), quien pide superar enfrentamientos para tener un país próspero. Recordamos, además, a algunos descendientes de japoneses que ascendieron a puestos políticos, todos, “sorprendentemente”, a través del peronismo. En otros márgenes tenemos la gestión que se ha hecho en el Jardín Japonés, que ha servido para que la Fundación Cultural Argentino Japonesa administre el predio por 20 años más, lo cual, para algunos, significa seguir utilizando el espacio para mostrar la cultura japonesa (y, para otros, podría ser el lugar para comenzar a mostrarse), o las acciones que realizaron los que integran la Agrupación Tintoreros Tradicionales durante el 2009 y 2010, que les valieron para defender sus derechos como trabajadores. Como medio, la política, hoy, está siendo usada por la comisión del Centro Okinawense para regularizar su situación y reabrir la sede. Más acá, abajo, “la nueva militancia”: jóvenes que participan en agrupaciones políticas, comúnmente llamados “militantes”, develados, primero, por las protestas en los colegios y, puestos en foco, nuevamente, con el deceso del expresidente Néstor Kirchner. Más allá, arriba, la cooperación de Japón, a través de su Embajada y JICA, para con nuestro país y con la colectividad, que ha cambiado en los últimos años, ya que ven a la Argentina como un país de “renta media” y, a nuestra colectividad, como “madura”. Y en otro margen, lejos, un nikkei que dirige una ONG que espera poder vincular en una red mundial, o, mejor, en un espacio, a quienes tengan fuertes lazos con la cultura japonesa. (Por fuera de toda discusión o debate, cuidados entre paréntesis, y exactamente en el centro de todas estas páginas, ahí están ellos, el centro de sus papás: los nacidos durante el 2010.) Cada página, cada artículo, así, tiene su centro y, en conjunto, pretendimos destacarla a ella, la política, ficcionalizando, de alguna manera, la realidad que se respira hoy (en nuestro país), para mostrarla, como ya señalamos, como un punto de organización y de contacto, de unión, entre el deseo, individual o colectivo, y el poder capaz de satisfacer ese deseo, y sin olvidar que nuestra particularidad como comunidad, como un centro, nos da un punto de vista, un margen, dentro de una Argentina múltiple.
* Editorial de la edición especial del 2011. |