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EL INSTRUMENTO PERCUSIVO japonés lleva años practicándose en la Argentina, y actualmente existen grupos específicamente de niños.
 ¿Cómo se acercan los niños a tomar clases de Taiko? ¿Es por influencia de los padres?
En los 27 años de existencia del Wadaiko en la Argentina, se han intentado muchas veces formar grupos de niños. Lamentablemente, la mayoría de las veces han tenido una muy corta existencia. Los primeros intentos fueron dentro del contexto privado de cada uno los grupos que estaban en actividad, allá por la década del 2000, pero no fue hasta que se trasladó la propuesta a las instituciones japonesas que se logró un cierto éxito en el armado de agrupaciones estables.
Sacando los grupos de Bon Daiko de las asociaciones japonesas de La Plata y José C. Paz, las cuales no practicaban el estilo de Kumi Daiko, la primera institución que tuvo un grupo estable fue Seibu, de Morón (aunque esta agrupación fusionaba Wadaiko y Eisa okinawense), y años después fue seguido por el grupo infantil que Buenos Aires Taiko formó en Nichia Gakuin, La Plata Taiko, y Acassuso Taiko, estos tres últimos formados en el contexto de la Asociación Argentina de Taiko.
En la formación de estos grupos fue fundamental la determinación y apoyo de los padres para lograr que se mantuvieran (mantengan algunos de ellos) por años.
¿Existen talleres cortos?
Los que nos hemos “quemado con leche” en el pasado no estamos de acuerdo con el formato de talleres cortos, ni pensaríamos jamás en intentar realizarlos nuevamente luego de las fallidas experiencias de la década del 2000.
El concebir el arte del taiko en el formato de “talleres” o “cursos cortos” fue lo que posibilitó que los primeros grupos que se formaron desaparecieran antes de un año.
El “cuerpo artístico/performático” base de un taikista lleva unos dos o tres años de entrenamiento. Y en el caso de los que están iniciando la pubertad/adolescencia puede llevar más tiempo, ya que los profesores nos vemos enfrentados a una serie de “problemas” y resistencias entendibles en chicos de esa edad.
¿Es un instrumento que les puede llegar a resultar más divertido que los tradicionales?
Sin duda. Hay algo de caótico en el espíritu del wadaiko, algo “punk”, si se quiere…De todas maneras, hay que hacer una salvedad en relación a lo que definimos como “tradicional”, ya que fuera de Japón es muy inusual que podamos presenciar Taiko realmente “tradicional”. Casi siempre vamos a estar en presencia de taiko “contemporáneo”.
En Japón se conoce como “Gensaku Daiko” (se traduce como “Taiko Original”) a los estilos regionales folclóricos que solo se desarrollan en el contexto de ciertos matsuri y en fechas puntuales muy determinadas. Esos estilos no son ejecutados ni por profesionales ni por “hobbistas” que están practicando durante todo el año. Cuando la fecha se acerca, los que van a tocar taiko en determinada celebración empiezan a practicar unos meses antes un repertorio limitado, el cual van a tocar en ese contexto específico para luego dejar de practicar hasta el año siguiente.
El taiko que conocemos fuera de Japón es el “Soosaku Daiko” (se traduce como “Taiko Creativo”), y es practicado tanto por aficionados como profesionales. A diferencia de los taikistas del Gensaku Daiko, estos son gente que practican y realizan varias presentaciones artísticas durante todo el año. Y si bien pueden realizar repertorio tradicional, también componen temas nuevos. Este es el enfoque que más se ha desarrollado dentro y fuera de Japón por ser muchísimo más divertido.
Más allá de la música que aprenden los niños a través del Taiko.
El taiko es un arte, y el arte es un vehículo de autoconocimiento y autocultivo. Teniendo esto en cuenta, lo más importante que pueden desarrollar a nivel individual es el conocerse a sí mismos y a expresarse; mientras que a nivel social desarrollan la solidaridad mutua, el sentido de compañerismo, el trabajo en equipo y la disciplina.
* Miembro de la Fundación Cultural Argentino Japonesa
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