LA PLATA HOCHI

TAKOYAKI y otras comidas "callejeras" japonesas en Argentina.

El takoyaki era una de las comidas preferidas de Emiliano, aunque difícil de conseguirla en restaurantes de Argentina, salvo por los matsuri que se organizan dentro de nuestra colectividad. Por ello, en el 2012, el primo de Emiliano, que se encontraba de Japón, le consiguió una plancha para cocinar takoyaki (similar a nuestras provoleteras, y así comenzó a probar distintas recetas de su comida favorita.

Seis años después, se animó a abrir un puesto en el Okinawa Matsuri. Junto a su novia, Karina; su cuñado, Andrés, más la ayuda de su mamá y su suegra, fueron perfeccionando la técnica. La aceptación del público fue tan grande, e inesperada, que comenzaron a pensar en seguir haciéndolo cada vez que pudieran, como un hobby a la par de sus respectivos trabajos.

Emilio y Karina, además, tuvieron la oportunidad de viajar a Japón y aprender un poco más sobre el takoyaki y abastecerse de los insumos necesarios. Tomaron una clase en Kioto, visitaron Dotonbori (el lugar por excelencia del takoyaki), compraron varias planchas y volvieron más entusiasmados.

Al regreso surgió la posibilidad de participar en un evento organizado por la Nueva Casa Japonesa, en donde Andrés trabajaba como ayudante de cocina. A partir de allí, durante el 2019, se fueron presentando en más eventos (Hanami, Matsuri de Florencio Varela, Centro Cultural Tenri, Seibu y Gakko de Acassusso). En principio, la idea era asistir a un evento por mes para que la gente pudiera ir conociéndolos, pero para fines de ese año fueron invitados por restaurantes como Tori Tori, Social Sushi, Kyopo y The Night Market.

“A finales del 2019 comenzamos a buscar local, visitamos uno en Belgrano, otro en Palermo, en Villa Urquiza, hasta que conseguimos éste, en Villa Crespo. La idea siempre fue que sea un lugar pequeño y que la gente pudiera sentirse un ratito en Japón. El 1 de marzo del 2020 firmamos contrato de alquiler y lo que pasó luego parece de película. Muy ilusionados, empezamos a planificar los arreglos que había que hacer, para eso contratamos una arquitecta e imaginábamos abrir en dos meses, cuentan. "Pero a las tres semanas nos encontrábamos todos encerrados en nuestras casas. Jamás imaginamos lo que iba a pasar y lo extenso que se haría todo. En cuarentena nos tuvimos que reinventar y lanzamos el delivery desde nuestra casa. En el local ni siquiera habíamos podido empezar las obras. Recién para septiembre, que fue cuando el gobierno permitió hacerlo, comenzaron con los arreglos. El tiempo se extendió más de lo que pensamos en un inicio, ya que en el local no podía haber tanta gente trabajando al mismo tiempo por protocolo. Finalmente el 2 de febrero del 2021, después de casi un año, pudimos inaugurar el local: Dotonbori”.
Con experiencia gastronómica previa y carreras paraleles (Andés trabajó de mozo en Miyako y en Okiren, y fue ayudante de cocina en Nueva Casa Japonesa, además de ser  diseñador gráfico recibido de la UBA; Karina estudió pastelería, tuvo su emprendimiento, y está en los últimos años de la carrera de Administración de la UBA, y Emi, además de su pasión por la cocina, los sabores y el agasajo al otro, es Administrador de Empresas), los emprendedores tienen como objetivo "difundir la gastronomía callejera japonesa. Actualmente los platos japoneses más populares en nuestro país son el sushi y el ramen, pero creemos que la gente cada vez se está animando más a probar nuevos sabores”.

Si bien Dotonbori se especializa en la comida callejera japonesa, el plato insignia es el Takoyaki y sus distintas variedades: relleno de pulpo, de langostino con un toque de picante, y de hongo shiitake que es vegetariano. En la carta también tienen: Okonomiyaki estilo Osaka y Hiroshima; kushikatsu, yakisoba pan, karaage y onigiri, entre otros. De postres: Taiyaki de Taiyaki Brothers, Mochi helado de Momiji y Cheesecake de matcha y oreo de la casa.

Dotonbori, ubicado en la calle Serrano 477 (barrio de Villa Crespo), por el momento abre de martes a sábados: de 19 a 21 horas ofrecen la modalidad take away, y de 21.30 a 23.30, un turno en el salón con menú fijo (se debe reservar con anticipación). El lugar, ambientado un poco al estilo callejero nipón (con mesas hechas con cajones de cervezas) cuenta con una barra desde donde se puede observar cómo cocinan el takoyaki.