TREINTA AÑOS celebró el campo de deportes ubicado en la localidad bonaerense de Burzaco.
El día se presentó espléndido, con un sol radiante, y el campo deportivo mostró todo su esplendor, adornados con chochines que alegraban la vista de los asistentes.
Al mediodía comenzaron a presentarse los primeros invitados para disfrutar de tan importante conmemoración, la recepción y el alegre encuentro con los organizadores y amigos, presagiaba que iba a ser una jornada intensa de emociones. Minutos después llegaban los invitados especiales, quienes esperaban la llegada del Embajador del Japón y su comitiva, presencia que le dio brillo a la jornada. Se comenzó a ejecutar el programa fijado. La mayoría se dirigieron al lugar donde se plantarían tres sakura, símbolo de los 30 años que el predio cumplía este año. Allí, los funcionarios invitados, junto al Presidente de la Asociación Japonesa Burzaco, colaboraron en la plantación de los mismos. Se agregó el repique de tres pinitos trasplantados por tres niñas, quienes simbólicamente resguardarán su crecimiento a medida que ellas mismas vayan creciendo. Se realizó la verificación del estado de dos Ginkgo Biloba, plantados cinco años atrás, provenientes de semillas traídas de Hiroshima y que sobrevivieron a la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial. Luego del descubrimiento de la placa recordatoria del 30º aniversario de la compra de Kyowaen de parte de la institución, se los invitó a acomodarse en el quincho para el almuerzo. Las locutoras dieron la bienvenida a los representantes de organismos oficiales del Japón y de la Municipalidad; a los presidentes y representantes de asociaciones nikkei y demás presentes. El presidente de Burzaco, Masateru Gaja; el embajador del Japón en Argentina, Takahiro Nakamae, y el secretario de la Municipalidad de Almirante Brown, Nicolás Jawtuschenko, presentaron interesantes alocuciones. El brindis dio lugar al comienzo del almuerzo propiamente dicho. Una estupenda presentación de las mesas, destacándose la comida típica japonesa, como primer plato, previo al típico asado al asador, hizo la delicia de los comensales. A los postres, se realizó un relato de la historia del predio, más algunas anécdotas relatadas por algunos de los asistentes que se atrevieron a contarlas. Luego de un intercambio de regalos de parte de la Municipalidad de Almirante Brown, se entregaron souvenirs a los miembros de la Embajada del Japón. Más tarde, la danza y el canto japonés se hizo presente mediante una brillante demostración de parte de las jóvenes y madres de la institución, quienes, junto al sonar de los taikos, deleitaron a los asistentes, quienes, con aplausos, aprobaban la performance de los artistas. Durante el corte de la torta de cumpleaños, se observó que los asistentes aprovechaban la oportunidad para comunicarse entre ellos, algunos sin verse durante mucho tiempo y otros recordando viejos tiempos. Y así se llegó al brindis final, como en los boonenkai, levantando las copas por el año que pasó y el deseo de un año nuevo mejor. Las casi 350 personas se retiraron con la alegría de haber participado, murmurando que la fiesta había sido todo un éxito. La buena relación y predisposición entre organizadores y colaboradores, que desde varios meses atrás proyectaron su realización, se observó en su excelente organización. Finalmente, un agradecimiento especial a los distintos grupos de trabajo que pusieron su tiempo, entusiasmo y capacidad, para que todo fuera del agrado de los asistentes, tales como la comisión directiva, Fujimbu, Ijikai, Hahanokai, Seinenbu, artistas, locutoras, asadores y colaboradores. ¡Muchas gracias por las donaciones recibidas! Kyowaen es y seguirá siendo punto de encuentro de toda la colectividad nikkei, cumpliendo, de esta forma, con los objetivos originales comprometidos en su adquisición.
Comisión Directiva e Ijikai
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