DIRIGENCIA. Ricardo Hokama, director del Centro Nikkei, entre otros cargos, representa a una generación de líderes de nuestra colectividad con otra visión institucional. “Ya no puede basarse todo en un trabajo voluntario, hay que profesionalizarse”, dice.
Es muy probable que quienes están insertos dentro de la comunidad nikkei conozcan a Ricardo Hokama, o hayan oído hablar de él. Hokama está presente en muchos lados al mismo tiempo, y con solo nombrar algunas de sus actuales ocupaciones se entiende por qué: es director ejecutivo del Centro Nikkei, vicepresidente del Centro Argentino de ex becarios de Japón, miembro de la Red de Emprendedores Nikkei, Prosecretario de la FANA (Federación de Asociaciones Nikkei en la Argentina), coordinador general de la Asociación de ex becarios de Gaimusho en Argentina, y productor conductor del programa radial Japón Hoy.
Aunque vivió su infancia y su adolescencia por fuera de la colectividad, hoy tiene un fuerte sentido de pertenencia. Recién cuando estaba terminando la facultad de periodismo llegó al Centro Nikkei. “Empecé a preguntarme cómo hacer algo en la comunidad japonesa a través de mi profesión. Entré a trabajar en Radio América y en simultáneo como encargado de prensa del Centro Nikkei. Me quedaba un año más de carrera y para mí fue un lugar de aprendizaje: ahí empecé a desarrollar las gacetillas de prensa, armar un equipo de gente y empezar a conocer a la comunidad japonesa”. Pero hubo un episodio determinante en su vida y fue la Beca Gaimusho (otorgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Japón). Hokama fue invitado a conocer Japón y a recorrer el país durante un mes. Fue su primera incursión en la tierra de sus orígenes, viaje que lo marcó como persona y como dirigente. En ese momento tenía algo más de 20 años y ya traía cinco de trabajo en el Centro Nikkei. “Después de ese viaje de un mes en 1998 la gratitud fue enorme. A partir de ahí mi compromiso fue querer ayudar a través del Centro Nikkei a la comunidad japonesa. No pensaba hacer una carrera dirigencial pero de ahí surgieron un montón de cosas. - ¿Qué puertas se abrieron después de la Beca de Gaimusho? - La beca me ayudó a conocer Japón y después a tener un mayor grado de compromiso con la comunidad japonesa. En ese momento, el mejor lugar para estar era el diario La Plata Hochi, en donde terminé siendo encargado de la sección en castellano. Fueron dos años. Lo hacía porque quería tener una pertenencia a la comunidad. La pregunta era ¿cómo puedo contribuir a la comunidad? A través de un medio y ese medio era el diario. Por otro lado, ¿cómo apoyar a la colectividad a través de capacitaciones y actividades? Y la respuesta era, a través del Centro Nikkei. Al mismo tiempo estaba desarrollando mi carrera profesional en Radio América, donde era productor. Ahí me dieron un espacio de cinco minutos para hacer un micro. Lo llamé Japón Hoy y hablaba sobre tecnología japonesa, que era lo único que se conocía de Japón en ese momento. Pasaron los años, fui consolidando a nivel profesional, hasta que en un momento me di cuenta que distintos aspectos de la cultura japonesa se habían desarrollado y estaban circulando cada vez más. Ahí surgió el programa de radio Japón Hoy, como una forma de devolverle a Japón todo lo que me había dado y dar a conocer Japón a la sociedad argentina. Estamos terminando la novena temporada del programa que el año que viene cumple 10 años. La idea siempre fue trabajar a largo plazo. Después de muchos años de trabajo veo que lo que me gusta es vincular a jóvenes que recién empiezan, incorporarlos al programa o al Centro Nikkei. - Este año la relación entre Argentina y Japón fue muy intensa, un trabajo en conjunto que culminó con la visita del primer ministro Shinzo Abe a la Argentina. ¿Qué balance hace de este año tan particular? - Venimos de varios años de escasas relaciones políticas y económicas con Japón. Ellos siempre tuvieron interés pero nunca habían tenido un feedback. Ahora hay muchas expectativas y lo que se pueda avanzar dependerá mucho de la Argentina. La visita de Abe es importante para quienes formamos parte de la comunidad japonesa aquí, da a entender que Japón ve que hay una comunidad nikkei argentina que de alguna manera puede ser un puente entre ambos países. Pudieron ver que los nikkei somos un nexo entre ambas culturas pero eso también implica es una gran responsabilidad para nosotros. - ¿Qué cuestiones debe fortalecer la comunidad? - La unión, el trabajo en equipo. Sacarse los prejuicios tanto personales como institucionales. Ni las instituciones ni la comunidad japonesa en Argentina pueden vivir aislados. La comunidad japonesa debe entender que es parte de la sociedad argentina y debe trabajar en conjunto con ella, más teniendo en cuenta el interés que los argentinos tienen respecto a esa cultura. Eso es lo que tenemos que mejorar. Y después ciertas cuestiones profesionales. Ya no puede basarse todo en un trabajo voluntario, hay que profesionalizarse, capacitarse. Hoy necesitás una estructura profesional. Y por otra parte, tenemos que apuntar más alto: la comunidad japonesa no se involucró en cuestiones de economía y política, ahora es el momento de hacerlo, con las generaciones que vienen. Pensando a futuro, el éxito de la comunidad japonesa tendrá que ver con apostar a los jóvenes. Apostar en el sentido de ayudarlos, capacitarlos. Es un trabajo a largo plazo. - El llamado “pase de posta” es un tema muy recurrente a la hora de hablar de instituciones y fue algo que surgió en el Encuentro latinoamericano de ex becarios de Gaimusho realizado también este año en Buenos Aires. - A los dirigentes de las instituciones les cuesta delegar. El tema es no esperar a que las instituciones desaparezcan sino trabajar en conjunto para llevarlas adelante. Ellos son quienes tienen la experiencia y la capacidad de transferirla. No queremos jubilar a los mayores, sino trabajar en conjunto con los jóvenes. De todos modos, no hay que generalizar porque hay instituciones que sí lo hacen.
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