COMUNIDAD. La asociación japonesa en la provincia organizó este festival por segunda vez.
El pasado 9 de octubre se realizó el segundo Bon Odori Córdoba, cuya primera edición fue hace seis años. Considerando esto, las expectativas para este nuevo evento eran mayores, de manera que, teniendo en cuenta la experiencia anterior y los datos de otros Bon Odori de Buenos Aires -en especial los que gentilmente cedió Sarmiento- fueron el punto de partida para la planificación del festival. Muchos fueron los temas a considerar: las medidas de seguridad en todo el predio, con el muro perimetral aún en construcción; equipos de iluminación, diagramación del estacionamiento, equipamiento de cocina, recursos humanos, y los fondos iniciales necesarios para el montaje del evento, entre otros.
Con el propósito de realizar una investigación de mercado para comprobar el grado de interés en la cultura japonesa, el 2 de julio se organizó el “Bazaa de Invierno” en la sede social, el cual contó con una afluencia de público mayor de lo esperado. El clima, que fue la preocupación durante la mayor parte del tiempo previo, bendijo con una fuerte lluvia unos cinco días antes y, luego, con los subsiguientes agradables y soleados, lo que contribuyó al éxito del evento tan difundido últimamente en todo el mundo, y que por lo vivido es previsible su crecimiento constante también en la ciudad de Córdoba, lo que, a su vez, permite cumplir con el cometido institucional de difusión de la cultura japonesa. El Yagura (torre) construido con perfiles de hierro -teniendo como prioridad la seguridad de las personas-, y el Torii (arco de entrada) de madera, de colores rojo intenso, contribuyeron a realzar el festivo ambiente tradicional. Estos dos elementos, como así también las más de 50 estructuras metálicas para stands, fueron construidos por los socios de la asociación. Los infaltables Chochin (lámparas de papel) también estuvieron presentes. Lamentablemente no se pudo disponer de los que gentilmente cede el Centro Cultural de la Embajada por cuestiones de superposición de agenda, de manera que se adquirieron 250 chochines blancos y rojos que decoraron, de una manera impactante, el cielo nocturno. Cuarenta Stands locales y 16 de Buenos Aires ofrecieron una variada oferta de artículos decorativos, consumibles y expositivos que hicieron la delicia del público. Con una preparación por parte de los miembros de la institución, sumados a su trabajo y la ayuda de socios y amigos en un número de aproximadamente 200 personas durante el evento, se abrieron las puertas del predio a las 16; unas horas después, el lugar estuvo colmado. El programa comenzó con una demostración sobre el escenario dispuesto al costado de la pista de Miyazato Karate Dojo. Luego, según lo estipulado, se pudo disfrutar de números de danzas (grupo de Odori de Córdoba), Eisa, Sanshin, Taiko (Kyoumeidaiko de Córdoba e integrantes de Shinzuidaiko de Buenos Aires). También es de destacar la participación especial de Celina Hamamura y Carlos Uehara (ambos de Sarmiento), quienes con canciones tanto desde el escenario como desde el Yagura dieron el marco necesario para redondear una jornada brillante. La locución de Tomomi Nishida y Satoshi Higa hicieron posible la fluidez del programa, además de que el llamado al público a danzar alrededor del Yagura y al ritmo de los Taiko tuviera una respuesta inmediata y masiva. La culminación, con el tradicional momento de fuegos artificiales (un tanto restringida por el Municipio de la ciudad) a las 23.45. fue el broche de oro para una jornada que, seguramente, se recordará a lo largo de los más de 300 días que restan para la próxima cita. El Bon Odori Córdoba fue exitoso. No solo por las cerca de 4000 personas presentes, sino por el ambiente cordial y festivo que se vivió en todo momento, lo que se reflejó en los comentarios de los asistentes, en especial a través en las redes sociales, y de los recibidos por los organizadores y colaboradores. Se debe destacar además el fundamental beneficio social que implicó este evento. El trabajo mancomunado de jóvenes, niños y adultos de la institución; el acercamiento de nikkei un tanto distanciados; la aparición de nuevos amigos, el regreso de otros; la colaboración de amigos de otras provincias (Sergio Miyagi, Sarmiento, Santa Fe, Garuhapé, Misiones), que contribuyen al fortalecimiento institucional interno y externo. Los sponsors también jugaron un papel esencial, estando presentes importantes empresas de nivel nacional y provincial. El comentario esperanzador de los socios mayores fue, sin lugar a dudas, para la labor fundamental de “las chicas de Fujimbu” de Córdoba, y por la participación activa de la gente joven, por lo que se puede apreciar claramente el recambio generacional que augura el nacimiento de una nueva era en la vida de la institución.
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