Jueves, 20 de Octubre de 2016
De Pilar a Tokio, para luchar en el Sumo con su robot
Escrito por Federico Maehama   

TECNOLOGÍA. Sebastián Aguilera participará en diciembre del torneo más antiguo de la especialidad en el Ryogoku Kokugikan.

Uno frente al otro. Uno es más chico, se lo ve más simple, “básico”, se diría; el otro, su oponente, mucho más grande, casi corpulento. Al final de la pelea, el más chico sale del tatami como el vencedor. Se trata de un enfrentamiento de Sumo. Los que luchan, sin embargo, son robots. La escena parece sacada de la película animada Grandes héroes, pero transcurre en un salón del Campus Pilar de la Universidad Austral, cuya Facultad de Ingeniería organiza una Liga Nacional de Robótica.

El más chico, “básico” en cuanto a la parte técnica, es Chaké, uno de los tantos robots armados por Sebastián Aguilera, un muchacho de 27 años que en diciembre viajará a Tokio para participar de la competencia más antigua e importante de sumo de robots, la cual será en el Ryogoku Kokugikan (salón del sumo, pero tradicional).
Sebastián combina su trabajo como bombero voluntario de Pilar, sus estudios en Seguridad e Higiene y, a la vez, de ingeniería electrónica, pero se hace del tiempo para prepararse junto a Seabots, su primer robot sumo que competirá en Japón.
“En mi preparación solo debo tener claro el funcionamiento del mismo (del robot), ya que una vez que lo enciendo de forma remota ya no puedo tomar decisiones y Seabots solo actuará de acuerdo a la programación previa”, comenta. 
“En cuanto al robot, estoy realizando reformas para lograr aumentar el nivel y que esté a la altura de la circunstancias, ya que en el país llevamos más de 10 años realizando este tipo de competencias, pero a nivel internacional las características y costos de los robots son muy superiores”, agrega Sebastián, quien aclara que en los torneos en los que ha participado los premios son en elementos que le permiten mejorar su robots o crear algunos nuevos, como por ejemplo motores, microcontroladores o herramientas varias.
Algo a destacar es que Sebastián logró combinar sus conocimientos de robótica con el de bombero, para lo cual armó un dron que fue utilizado luego en el incendio de la fábrica Swift (mayo de este año) para tomar imágenes aéreas.
- ¿Cómo describirías tanto desde lo técnico como sentimentalmente a tus robots?
- Seabots fue mi primer robot sumo, y Arturitron fue mi primer mini sumo. En el medio cree otros, pero ellos son los que persisten. A Seabots lo fui modificando a medida que transcurría el tiempo para que no quedara obsoleto, y Arturitron es un mini sumo muy básico y amigable que lo tengo porque a los chicos les llama mucho la atención su formato, ya que tiene ojitos que forman una carita que, sin duda, hace que sea el elegido por los chicos.

Para colaborar con Sebastián: http://equipoderoboticapilar.blogspot.com.ar/