Jueves, 15 de Septiembre de 2016
Mezclas que incomodan

DEBATE. Coincidentemente, por estos días dos mujeres de madres japonesas y padres de otras nacionalidades son noticia.

A menudo se dice que generalizar es algo incorrecto, pero no puede dejarse pasar por alto que por estos días en Japón  hubo dos noticias que sacaron a la luz un tema que, también a menudo, incomoda a la sociedad. Se trata de la reciente electa Miss Japón, quien es hija de padre indio y madre japonesa, y de una política que ha sido elegida como líder del opositor Partido Democrático, hija de padre taiwanés y madre japonesa.

En el mundo actual, en donde muchos de los debates comienzan en las redes sociales, ambas han recibido críticas consideradas racistas. La sociedad japonesa es considerada muy homogénea y conservadora.
Cuando Ariana Miyamoto, de padre afroestadounidense y madre japonesa, se coronó Miss Japón Universo en el 2015, recibió críticas por no ser una “japonesa pura”. Este año, Priyanka Yoshikawa, la nueva Miss Japón, ha enfrentado menos críticas, quizá una señal, dice ella, de que Japón es cada vez más tolerante con la diversidad.
“Creo que (ser mestiza) es cada vez más aceptado”, le dijo a la agencia Associated Press. Aunque el término “hafu” para referirse a las personas mestizas en Japón puede tener connotaciones negativas (Ariana Miyamoto declaró una vez: “No quiero ser resumida con la palabra hafu. Es lo mismo que decir que no eres realmente japonesa”), a Priyanka no le molesta.
La nueva Miss Japón afirma que sus raíces y vivir en el extranjero (además del año en India vivió tres en Estados Unidos) han expandido su perspectiva y sus experiencias culturales.
Priyanka, de 22 años y que es entrenadora de elefantes, cuenta que en otros países de Asia a menudo creen que es oriunda del país donde está. En cambio, en Japón, es escudriñada constantemente, aunque ella no dramatiza el tema. “Puedes ser cualquier cosa ahora. Todos somos seres humanos”, dice.
En noviembre, competirá en el Miss Mundo que se realizará en Washington.

 

Ser o no ser
El viernes 2 de septiembre se inició oficialmente la campaña para elegir al nuevo líder del Partido Democrático de Japón, la mayor agrupación de la oposición. Como candidatos se presentaron la presidenta en funciones, Renho Murata, el excanciller Seiji Maehara y el vicepresidente de asuntos del Parlamento, Yuichiro Tamaki.
En lo estrictamente político, uno de los puntos centrales de la campaña es cómo recuperar el apoyo de la ciudadanía para el partido que perdió el poder en 2012, y también ver si se mantendrá una alianza con otros partidos de oposición para la próxima elección de la Cámara Baja y el asunto de las enmiendas constitucionales.
Renho, antaño ex presentadora televisiva, como todo político, tiene detractores, pero hay quienes la critican no por considerarla mala en su profesión, sino por no ser “suficientemente japonesa”. Ella nació en 1967 en Tokio, pero no pudo adoptar la nacionalidad japonesa porque en aquel entonces solo podían acceder a ella los hijos de padre japonés. Cuando la ley permitió que los hijos de madre japonesa también fueran reconocidos como japoneses, en 1985 Renho adoptó la nacionalidad nipona y renunció a la taiwanesa.
Ella, además de criarse en Japón, estudió, trabajó, se casó, y forjó una carrera política allá. Renho ha expresado su orgullo por su origen taiwanés, pero también ha dejado en claro que se considera japonesa. Para la televisión y la industria de la moda, los mestizos mitad japoneses mitad blancos tienen un atractivo especial. Sin embargo, la mayoría de mestizos en Japón son de padre o madre asiático.
Por lo pronto, este jueves 15 Renho logró hacer historia y convertirse en la primera mujer en liderar el principal partido de oposición de Japón.