Jueves, 09 de Junio de 2016
Rivales de antaño, solidarios en la actualidad

Los castillos de Japón, edificaciones históricas, testigos del periodo de los estados en guerra y antiguas residencias oficiales para los señores feudales, y que actualmente rivalizan por los turistas, hoy dejan de lados diferencias para apoyars al de Kuamoto.

Los castillos de Japón están recaudando fondos para ayudar al Castillo de Kumamoto, cuya construcción se remonta al siglo XV, el cual sufrió graves daños tras los terremotos de abril. Según informa el Asahi Shimbun, varios son competidores directos, pues rivalizan por la atención de los turistas. Sin embargo, en tiempos críticos todos reman en la misma dirección.

Las 13 estructuras designadas como importantes propiedades culturales en el Castillo de Kumamoto, considerado uno de los más populares, fueron dañados por los terremotos. Cinco de ellas se derrumbaron.
Hideo Kawata, director de la oficina del Castillo de Kumamoto, declaró al diario Asahi que “más de 400 años han pasado desde que el Castillo de Kumamoto se construyó. A pesar de que sobrevivió a muchos terremotos, no pudo hacerlo en esta ocasión”.
El consejo nacional de administradores de castillos, integrado por 49 castillos, está estudiando medidas para apoyar de manera  conjunta al de Kumamoto, aunque muchos no han esperado a que el ente que los agrupa tome la iniciativa, pues ya están actuando por su cuenta.
Por ejemplo, el Castillo de Himeji ha colocado cajas para recolectar aportes del público para el Castillo de Kumamoto.
Un funcionario de la oficina que gestiona el Castillo de Himeji hizo público el temor que los embarga cuando piensan qué habría ocurrido si el terremoto se hubiera producido durante el día, e hizo notar que muchos turistas caminan cerca de los muros de piedra en el Castillo de Himeji. La tragedia que azotó a Kumamoto no es un problema ajeno, dijo.
El Castillo de Himeji abrió de nuevo al público en marzo de 2015 después de cinco años de obras de renovación, y es considerado como el principal rival del castillo de Kumamoto.
En el año fiscal 2015, el Castillo de Himeji recibió a 2.867.051 visitantes, convirtiéndose por primera vez en el más visitado en Japón.
Sin embargo, tras el primer terremoto el 14 de abril, en Himeji aparcaron temporalmente la rivalidad para ayudar a su competidor.
El Castillo de Odawara, ubicado en la prefectura de Kanagawa, volvió a atender al público el 1 de mayo después de diez meses de trabajos para reforzar sus estructuras antisísmicas. Como el de Himeji, ha puesto cajas para juntar aportes para Kumamoto.
Además, el gobierno de la ciudad de Odawara, que administra el castillo, donará los 2.458.160 yenes (23.000 dólares) que recaudó el 1 de mayo en el cobro de entradas al gobierno de la ciudad de Kumamoto, que administra el dañado castillo.
Por su parte, el Castillo de Osaka, el 29 de abril, el primer día del Golden Week, pidió a los visitantes que hagan donaciones a Kumamoto y, a través de un alto funcionario, dijo que considerando que la restauración del Castillo de Kumamoto tomará varios años esperan seguir con la campaña el mayor tiempo posible.
El Castillo de Nagoya también ha colocado cajas para recibir donaciones en dos puntos, que más adelante se ampliarán a otros sitios.

 

Símbolo de la recuperación
Continúa la recuperación de la zona, gracias a la ayuda gubernamental, la cual se centra en el auxilio de las personas y el arreglo de todas los lugares afectados por el desastre y, por el otro lado, de las organizaciones privadas, las cuales tienen la capacidad de dedicarse a cuestiones específicas de urgencia.
Entre las medidas de urgencia anunciadas, se enviaron 500 inodoros a cargo de la Fundación Nippon, además de la  movilización de vehículos adecuados para la investigación de las necesidades específicas de las personas mayores y con problemas de movilidad.
La Fundación Nippon también anunció que destinaría 3000 millones de yenes para la reconstrucción del castillo de Kumamoto. El presidente de la Fundación Nippon, Yōhei Sasakawa, explicó que “para las personas de las zonas afectadas por el desastre los festivales eran muy importantes desde el punto de vista espiritual, por eso apoyar la recuperación de sus festivales fue una forma de infundir esperanzas para la reconstrucción. Muchas personas que se habían refugiado en otras prefecturas se animaron a volver a su hogar gracias a estos festivales. Hemos decidido contribuir a la reconstrucción del castillo de Kumamoto porque pensamos que servirá para dar aliento a las personas de la región”.
La toma de nota de los distintos desastres que han sacudido a Japón, como el Gran Terremoto de Hanshin-Awaji de 1995, el Terremoto de Chūetsu de 2004 o el Gran Terremoto del Este de Japón de 2011, han favorecido la creación de una red de ayuda en la que participan organizaciones privadas.