Jueves, 10 de Marzo de 2016
Los inversores pagan para comprar deuda de los Estados

Muy por el contrario de lo que pasa en la Argentina, el gobierno japonés ha colocado bonos que no dan interés.

Por primera vez en la historia, Japón ha vendido bonos de deuda del país a 10 años con interés negativo, lo que significa que los inversores que los han comprado, y que de esa forma financian al Estado japonés, lo hacen sin recibir intereses a cambio. Es más: pagan por comprarlos.

En el segundo mercado de deuda soberana más importante del mundo, el gobierno japonés ha colocado el 1º de marzo casi 18.380 millones de euros de sus títulos soberanos a un interés medio de -0,024 por ciento, una rentabilidad que no ha echado para atrás a los inversores, ya que la demanda de títulos ha sido muy fuerte y ha triplicado la oferta.
En los últimos meses, el Tesoro nipón ya había vendido bonos a 5 años con intereses negativos, también por primera vez, pero la colocación de la deuda de referencia del país con rentabilidad negativa se produce en la primera subasta de este plazo realizada después de que, el pasado 29 de enero, el Banco de Japón anunciara la aplicación de tipos negativos a los fondos depositados por los bancos en la entidad.
Japón se ha convertido en el primer país que cobra por su deuda a 10 años.

 

Deflación
El mercado ofrece varios motivos para tomar esta decisión, pero la mayor de todas es la deflación. Resulta que, pese a que la tasa de interés nominal de los bonos es negativa, su tasa real —es decir, adecuada a la inflación— puede resultar positiva. Los países con esos bonos sufren de deflación, así que el dinero invertido hoy en la compra de su deuda podrá valer más cuando lo devuelvan.
La segunda razón más común es que el precio de algunas monedas nacionales, como las de Japón, crece más rápido que los dólares o los euros. En este sentido, comprar las deudas de estos países es como comprar su moneda, con lo cual en el futuro se puede ganar dinero gracias a la diferencia entre tipos de cambio.
Los tipos de interés negativos de las deudas no son nada irracional: cuanta menos confianza inspire un país en los inversores, más interés positivo deberá ofrecer para atraer a los compradores de los bonos que emite.