Jueves, 26 de Noviembre de 2015
“La prefectura de Fukushima se está recuperando”

A más de cuatro años de la catástrofe y el incidente de la central nuclear, un grupo de funcionarios de Fukushima está viajando por Latinoamérica para corregir las informaciones erróneas y exponer la situación actual.

Una delegación de la prefectura de Fukushima viajó a la Argentina para exponer sobre la situación de la provincia a más de cuatro años del terremoto y el accidente de la central nuclear.
La intención, según informaron, es la de “corregir las informaciones dentro y fuera de Japón”.

Así, dieron una conferencia el domingo 8 de noviembre en la sede del Centro Okinawense de la Argentina, titulada: “Lucha por la recuperación en la provincia de Fukushima”, a cargo de Tsunetoshi Manome, director adjunto y asistente de la División de Asuntos Internacionales de la prefectura; Shinya Suwa, auditor de la División, y Tatsushi Otsuki,  director adjunto de la División Prensa de la prefectura. 
La catástrofe, tal como recordó Suwa al comienzo de la exposición, ocurrió el 11 de marzo del 2011, con un terremoto de 9 grados de magnitud y, en el caso particular de Fukushima, se sumó el efecto del maremoto en la zona costera y el estallido de las centrales nucleares.
Si bien la provincia hoy muestra signos de recuperación, Suwa aclaró que “se están propagando rumores de que en la prefectura no se puede conseguir agua potable, ni alimentos seguros, es decir, informaciones erróneas que, para nosotros, son sin fundamento. Esa es la imagen que aparentemente el mundo tiene de nuestra prefectura”. 
A continuación, Tsunetoshi Manome, interrogó a la audiencia con dos preguntas iniciales: “¿Hasta dónde ustedes  conocen nuestra prefectura de Fukushima?, ¿Qué imagen tienen?”, y agregó: “Antes de que ocurriera este desastre natural, la prefectura era desconocida en el mundo, y a raíz de este incidente se hizo mundialmente famosa, pero lamentablemente la imagen que se propagó por el mundo fue muy negativa”.

 

Ubicación
Fukushima se encuentra a algo más de 200 kilómetros de Tokio. Es considerada uno de las prefecturas más grandes, por lo que se la puede subdividir en tres regiones: región de Aizu, Nakadori y Hamadori. La primera se caracteriza por sus grandes nevadas. Antiguamente era la sede del señor feudal, y era una zona próspera; Nakadori, por su partes, es por donde pasa el tren bala y las autopistas, y es la sede de la prefectura, mientras que Hamadori se ubica enfrente del Océano Pacífico, y es una región benigna en cuanto al clima, y en su centro se encuentran las instalaciones de las centrales nucleares.

El 11 de marzo
A causa del tsumani, se produjo una interrupción de la corriente eléctrica, lo que provocó una explosión en las distintas centrales y, posteriormente, las partículas fueron lanzadas por el aire, lo cual afectó a las distintas localidades. Normalmente, en la costa del Pacífico los vientos soplan de oeste a este, desde la tierra hacia el mar, pero en esa época, debido a la baja presión en el mar, el viento tuvo una orientación hacia el oeste, lo que hizo que los contaminantes fuesen hacia la tierra. Las principales cenizas radioactivas eran de Yodo y Cesio.
Esto llevó a la evacuación de un total de 164.000 personas (en este 2015 se han reducido la cantidad de evacuados a unos 100.000, muchos aún vive refugiados; la mayor parte se fue hacia Tokio, otros a Ibaraki o Saitama).
A partir de allí, el gobierno provincial comenzó a construir viviendas temporales o del tipo prefabricada no apta para ser habitadas durante un largo plazo y, paralelamente, otras que sí se pudiesen ocupar por más tiempo. 
Además, tal como se aclaró en la charla, se desplegaron diversas actividades para asistir a los evacuados, principalmente tres medidas: la primera, el desmantelamiento de la Central Nuclear Fukushima I; la segunda, la recuperación del medio ambiente y, la tercera, el garantizar la seguridad de los productos alimenticios.

La central y el medio ambiente
Una de las medidas es el desmantelamiento de la Central Nuclear Fukushima I, la cual contaba con seis reactores, tres de los cuales fueron los que provocaron un estallido de hidrógeno.
Las autoridades japonesas que dieron la charla sostienen que el principal problema está en cómo extraer los combustibles fundidos, radioactivos que quedaron dentro. Se estima que para el año 2040 o 2050 se podrían extraer estos elementos.
La segunda tarea es el saneamiento de medio ambiente debido al esparcimiento de las cenizas inmediatamente después del estallido. Las tareas que se han iniciado, en tal sentido, son: extracción del suelo superficial de cada casa, quitar sedimentos de los tejados de las casas y, por último, invertir la capa de la tierra de los campos agrícolas.
También, a través de un gráfico, se mostraron resultados de la radiactividad existente en el aire de Fukushima hasta el momento, y se aclaró que la sustancia de cesio 137 tarda 30 años para que su efecto se reduzca a la mitad. Y si bien no es posible esperar ese tiempo, es que se están haciendo estas tareas.
La dosis de radiactividad, si se la compara con ciudades del resto del mundo, con excepción de las zonas de evacuación en Fukushima, serían casi las mismas.

Energías alternativas
Es claro que en Fukushima no desean pasar nuevamente por este tipo de desastres, por lo que, más allá de la decisión que se tome con respecto a la central nuclear, el gobierno prefectural aspira a ser pionera en cuanto a energía renovable se refiere.
Estimaciones que mostraron los visitantes, señalan que para el 2040 podrían producir el 100 por ciento de la energía dentro de la prefectura (en realidad, se dice que la energía que Fukushima consume es mínima, teniendo en cuenta que lo producido en la central nuclear iba, en mayor medida, al área metropolitana).
El gobierno de la prefectura junto al gobierno nacional han hecho aportes para la instalación de un laboratorio para investigar sobre nuevas alternativas para generar energía.
En resumen,  las medidas inmediatas que se están abordando, son: 1) desmantelamiento de las centrales, 2) hacer regresar a los pobladores, 3) difundir  y clarificar las informaciones erróneas sobre la prefectura de Fukushima, tanto en Japón como en el resto del mundo.
El pedido final de las autoridades fue unánime: “No se olviden y alienten a la prefectura de Fukushima”.