En el bazaa de Burzaco, socios del cub, puesteros y público coinciden en que la kermese atrae por todo lo que se ofrece.
Domingo 5 de julio, día de frío, pero el sol se fue asomando por el patio delantero de la sede de la Asociación Japonesa Burzaco, justo cuando se anunciaba la apertura del bazaa de invierno, el cual desde la década del 70 se viene desarrollando para ayudar a su escuela de idioma japonés para difundir su cultura. Por su larga trayectoria, y en honor a uno de los sempai de la asociación, el señor Shinichi Shinzato, miembro de la asociación desde que comenzaron los chicos con la escuela de idioma (alrededor del año 1972), y donde comenzó a colaborar en la cooperativa (Ijikai), cuyo objeto es mantener y apoyar a la institución.
Durante sus casi 10 años como colaborador activo, el señor Shinzato que la que organizaba el bazaa era la comisión de Ijikai, pero luego, al ir creciendo y no poder atender toda la demanda, se unieron la escuela y el club para organizar la kermese. Shinzato resalta el trabajo activo de los socios para organizar la feria y atender el día del evento. Muestra del gran crecimiento que ha tenido este tipo de eventos, y la apertura del club, él cree que los argentinos asisten porque se sienten, principalmente, atraídos por la comida japonesa. En esa misma línea de pensamiento, el presidente de la asociación, Mario Kaneshi, resalta que desde que comenzó el bazaa, uno de los principales cambios es que las actividades del club se ha abierto al público en general, por lo que, de esta manera, se va conociendo más la cultura japonesa. Los nikkei, por su parte, siguen asistiendo para encontrarse con amigos. La cifra de concurrentes, calculándola según la cantidad de rifas vendidas, ronda las 6000 personas.
Dice el público A la señora María del Carmen, de 66 años, de Burzaco, y quien siempre asiste al bazaa, le atrae “la cultura japonesa porque tiene algo místico, o que uno no termina de entender”. A ella le gustan principalmente las plantas. A propósito, en el sector de ventas de plantas y flores, Rolando, de 47 años, resaltó que “a la gente le gusta el colorido, las flores, lo fresco y la variedad que hay, y el precio, que es al costo. Estos productos son donaciones de los cultivadores socios”. Otra persona de un stand, Alicia, de 58 años, quien montó un puesto con artesanías y regalaría japonesa, cree que la gente, principalmente, los argentinos, se sienten muy atraídos por las cosas de animé. “Los argentinos también se sienten atraídos por la comida que comen los personajes de animé”. Además, ella considera que el evento es importante porque mucha gente comienza a conocer, a través del mismo, la cultura japonesa: baile, origami, comida, etcétera”. Roxana, de 42 años, de Temperley, asistió por segunda vez, y porque le atrae la cultura japonesa, a la cual considera “un ejemplo de vida, porque enseña todo lo que tiene que ver con el interior de las personas, valorar lo poco o mucho que se tenga”. Roxana ha comprado cedés y plantas, pero aclara que trata de conseguir cosas específicas en este bazaa. Además, Herminia, de 71 años, y socia vitalicia del club, asiste al evento porque colabora con los preparativos (va un día antes a ayudar con la comida). Ella siempre está presente, y el día del bazaa aprovecha para encontrarse con los otros socios. “La gente de otros lugares, de la colectividad, viene a degustar la comida, y la gente de acá viene porque le atrae la cultura japonesa, la comida, y los espectáculos. También les atrae mucho la rifa del auto, y saben que sale o sale, o sea, que el grado de confianza es importante. La gente que no es de la colectividad espera las dos ferias al año que se hacen”, dice Herminia. Otro asistente, Cristian, de 20 años, quien vive por la zona, asiste porque estudia japonés y le parece muy rica la comida, y atrayentes los espectáculos. Cree que en la kermese hay una dinámica muy buena. Así, en un clima de encuentro, entretenimiento, y distensión, se desarrolló la típica kermese de invierno, donde todos pudieron disfrutar de lo ofrecido (con tanto esfuerzo y esmero) por los que trabajaron.
Ganadores de la rifa
1) Nº 0814, Toyota Etios, Kyoko Fukuhara; 2) Nº 4116, Led 39´´, Matayoshi; 3) Nº 2539, Led 32´´, Mirta Higa; 4) Nº 0666, Led 32´´, Martina Giron; 5) Nº 3564, Tablet 9´´, Gastón Cherubini; 6) Nº 3243, Horno microondas, Conta; 7) Nº 2117, Tablet 7´´, Mariano Apredo; 8) Nº 0828, secarropas, Virginia Borda; 9) Nº 6372, Talet 7 ´´, Yoshibo Tamanaha; 10) Nº 2117, secarropas, Mariano Apredo; 11) Nº 0297, aspiradora, Irene Pagani; 12) Nº 0172, aspiradora, Héctor Higa; 13) Nº 6110, arrocera, Noelia Retaman; 14) Nº 3837, sartén eléctrica, Luisa Ester Nestacio; 15) Nº 2540, sartén eléctrica, Cristina Kaneshiro. Nº anterior, 0813, horno eléctrico, Elsa Sgron; Nº posterio, 0815, horno eléctrico, Ana Gandolio. |