Jueves, 19 de Marzo de 2015
“Imaginar escenarios de los preciosos pueblos de Japón”
Escrito por María Florencia Zaia   

¿Alguna vez imaginaron celebrar el festival de las niñas con muñecos de tamaño humano hechos de espantapájaros? Así se está agasajando en la mágica aldea de Okuharima, en el extremo norte del distrito de Yasutomi, al noreste de la ciudad de Himeji, prefectura de Hyogo, con todo el encanto de la llegada de la festividad de la flor del durazno y el festival de las niñas.

Esta zona se ha visto poblada de espantapájaros, quienes llenan el lugar de magia y, en la actualidad, hay entre 80 y 100 muñecos adornando la aldea. A la misma, se le suman 47 habitantes y 30 casas.
Este festival de la niña se realiza desde el 2010, y se exhiben muñecos en tamaño humano hechos de espantapájaros. Su creador, el señor Masato Okaue, es el que le dio vida a este proyecto para revitalizar la aldea. Su sentimiento está relacionado con la despoblación de los pequeños pueblos.

“En Japón, la despoblación avanza y se ha perdido el paisaje nostálgico del pasado, por eso estoy tratando de reproducir ese paisaje a través de los espantapájaros”, dice Okaue. 
Por primera vez, en el año 2014 se realizaron los muñecos que adornan las gradas que se suelen armar en las casas para este día. Además, este año se incorporaron 12 nuevos muñecos que se encuentran en una ronda, celebrando el festival de las niñas, con un banquete especial.
La pintoresca celebración, que comenzó a realizarse el 1 de febrero y se extenderá hasta el 5 de abril, está compuesta por exhibiciones de muñecos en tamaño humano ubicados en los tres recintos principales que ofrece el lugar: en el primero, denominado lugar de encuentro para eventos, se exhibe la tarima decorativa del día de las niñas y el banquete; en el segundo, llamado Casa de Campo de Shikagatsubo, se exhiben muñecos desde la época de Edo hasta la de Showa, y, en el tercer recinto, gallería del pueblo natal de los espantapájaros, donde una familia de muñecos se encuentra celebrando y disfrutando del festival. Este lugar es una antigua casa de campo remodelada.
¿Qué significado tiene el festival de las niñas (y de las muñecas) dentro de la cultura japonesa?, se le consultó al señor Okaue.
“Generalmente, el festival de las niñas se lleva a cabo el 3 de marzo, y es un acontecimiento para pedir por el crecimiento sano de las niñas.  En esta festividad, se adorna con muñecas y se disfruta de la comida y la bebida.
Si bien el evento del festival de la niña es como lo fue desde hace mucho tiempo, la grada o tarima que vino utilizándose hasta el día de hoy es la que corresponde al período final de la época de Edo (1603 - 1868).
- ¿Qué cambios ha habido en el festival de la niña de la aldea de Espantapájaros de Okuharima desde su primera celebración hasta hoy?
- En principio se exhibían las muñecas decorativas del festival de la niña, y los espantapájaros comunes, como si estuvieran disfrutando del festival de las muñecas. Desde el año 2014, por primera vez, muñecos en un tamaño igual al del ser humano, hechos de espantapájaros, adornan la tarima del festival de la niña. Este año realicé nuevos muñecos del día de la niña que se encuentran todos formando un círculo alrededor disfrutando de un banquete.
- ¿Qué acciones se han pensado para promover el festival de la niña de este año?
- Mi deseo es que pueda venir aunque sea un poco más de personas interesadas en el festival de la niña y en los espantapájaros de Okuharima, dándolos a conocer a través de diarios, la televisión y la radio.
- ¿Qué sensación o sentimiento tiene la gente cuando mira los muñecos?
- La gente que los ve por primera vez se sorprende por ver muñecos con un tamaño semejante al del ser humano.
Entonces, podemos divertirnos viendo las expresiones de los muñecos que están disfrutando con alegría del banquete.
- Cuándo usted crea artesanalmente estos espantapájaros, ¿qué sentimiento le produce?
- Ahora es igual que en cualquier lugar dentro de Japón, el campo se ha tornado triste y solitario, debido a la emigración desde el pueblo natal hacia las ciudades. Yo me reencuentro con ese paisaje de campo antiguo y nostálgico, y cuando las personas salen de la ciudad y vienen al campo, les hace acordar a esa vida de campo de tiempos pasados. Pienso que sería bueno que el campo se torne más alegre, con la venida de más gente de las ciudades.
“A todos aquellos que tienen raíces japonesas -dice Okaue-, quisiera que conozcan el festival de la niña, que se trata de una festividad cultural muy antigua de Japón. Y también quisiera que, cuando miren las figuras de la aldea de los espantapájaros de Okuharima, puedan imaginar los escenarios de los preciosos pueblos de Japón”.

Links consultados:
http://furusatohimeji.web.fc2.com/kakashinosato.html
http://himeji.keizai.biz/headline/1350/
http://www.sankei.com/region/news/150131/rgn1501310068-n1.html

 

Muñecas tradicionales para pedir por las hijas

Este festival de las muñecas, una tradición de la nobleza que se popularizó en el siglo XVIII, consistía originalmente en que los padres adornaran sus hogares con muñecas tradicionales para pedir que sus hijas crecieran sanas y felices.
Poco a poco, estas muñecas de tez blanca ataviadas con vestidos coloridos similares a los que utilizaba la nobleza de la corte Kioto, la capital desde fines del siglo VIII y hasta mediados del XIX, ha salido de las casas y se pueden ver en muchos espacios públicos, desde colegios a templos, pasando por centros comerciales y hoteles.
El festival también recibe el nombre de "momo no sekku" (festival del durazno), porque a principios de marzo florecen los duraznos, anticipando la llegada de la primavera.