Viernes, 10 de Septiembre de 2021 |
La salud mental es un derecho social |
IKIRU, fortalecernos juntos: "Proyecto Transformación Positiva en tiempos de Covid 19". Detenerse a pensar que es tener una buena salud mental, es poco frecuente en los tiempos que vivimos. Esto hace que no nos preocupemos por ella y que no la cuidemos como es debido. Aunque no nos demos cuenta, esta influye directamente en muchos aspectos de nuestra vida diaria.
Cuidar de nuestra mente no es una cuestión de evitar a toda costa el estrés o negar emociones como la tristeza, el miedo y la ira, sino de aprender a gestionar de forma eficiente los pensamientos y emociones a diario. En este sentido, la salud mental y el bienestar son fundamentales para la capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo. La OMS declara de forma general que no existe la salud sin la salud mental y señala que es primordial para el desenvolvimiento humano, social y económico de las naciones y esencial para otras áreas de políticas públicas como son la asistencia social, los derechos humanos, la educación y el empleo. A veces, las personas experimentan una importante perturbación en el funcionamiento mental, se producen cambios en los patrones de pensamiento, sentimientos o comportamiento, causando angustia o alterando la capacidad de funcionamiento de la persona. El trastorno mental puede afectar la capacidad para: • Mantener relaciones personales o familiares. Cada afección de salud mental tiene sus propios signos y síntomas. Pero, en general, puede ser necesaria la ayuda profesional ante ciertos indicadores: Muchas personas que tienen trastornos de salud mental consideran que sus signos y síntomas son parte cotidiana de la vida o evitan el tratamiento por vergüenza o miedo. Consultar al médico de atención primaria, solicitar una entrevista con un psiquiatra, psicólogo u otro profesional de la salud mental serían las primeras acciones para recibir el tratamiento apropiado y restituir el bienestar y la calidad vida. |