SAYI SINYASIKI, la artista que acaba de lanzar su primer disco EP.
Gotenba es una ciudad de la prefectura de Shizuoka, al pie del Monte Fuji, pero también es el nombre de un tema de la artista Sayi Sinyasiki, y que forma parte de su primer disco EP, titulado "Sayi", lanzado en febrero de este año. "Tuve la tremenda oportunidad de viajar a Japón en julio del 2018. Fue un viaje muy importante desde lo espiritual, de afianzar mi creencia. Y también me sorprendió encontrarme con esa cultura tan contradictoriamente ajena y cercana para mí que nunca había indagado mucho, asi que fue muy inspirador", dice la compositora, cantante y guitarrista, quien además encontró en Japón los paisajes de su admirado Hayao Miyazaki. Criada en el barrio porteño de Coghlan, Sayi comenzó a estudiar piano a los 8, luego sumó la guitarra y el canto. "Mis viejos no son músicos, pero papá siempre tocó muy lindo la guitarra y mi vieja era actriz. A ambos les gustaba mucho la música, así que en casa siempre se escuchó y cantó fuerte mucha, mucha música. Es un lenguaje muy cotidiano hoy en día entre nosotros".
A los 14 años, después de pasar por varios secundarios, recaló en el conservatorio Juan Pedro Esnaola, un lugar que le permitió componer. "Siempre tuve un juez interno muy grande y el ´equivocarme´ me parecía terrible. Pero, al mismo tiempo, siempre admiré mucho la idea de expresar el mundo interior propio y crear algo donde no existe nada. Así que busqué, busqué, estudié y supe rodearme de las personas que me abrieron ese camino. Hoy en día, enfrentarme al papel, la representación de la nada, me genera un desafío inmenso, pero está buenísimo ganar sobre mí misma".
Reflexionar en la pandemia Meses antes del inicio de la cuarentena, Sayi, junto a Juan Belvis y Luciano Vitale, comenzó a producir su disco, todo un proceso que se relantizó, pero que, al mismo tiempo, le brindó, como ella dice, "un espacio para encontrarme con un montón de luchas internas. Siento que pude crecer en muchos aspectos, profundizar en mi voz, componer y estudié bastante. Así que cuando lo sacamos a la luz (al disco) tuvo otra necesaria maduración. Ahora estoy ansiosa por poder hacer más, no detener la marcha".
Músicas mujeres "Me gusta mucha música; voy por temporadas. Esta me agarró un poco dark, escuchando Radiohead, Bjork, Bon Iver, Laura Mvula, Chet Baker, Lianne La Havas. En general, me atrae toda la música que viene de la influencia del jazz. Pero lo que más me inspira es escuchar músicas mujeres que tocan, escriben, arreglan. Me dan ganas de crear, de ponerme en acción".
Historia de familia La abuela de Sayi llegó a la Argentina en 1954, con 24 años. Vivía en Okinawa. El día que iba a recibir su certificado de finalización escolar, sonó la sirena; se había declarado la guerra. Cuando miraba el mar había cientos y cientos de barcos invadiendo su tierra. Se refugió en una cueva junto a su abuela, tía y dos primos. Salía a buscar alimentos a riesgo de su vida.
Sus papás viajaron para asentarse en la Argentina. Apenas ella pudo, viajó en barco durante un mes y medio y se reencontró con su familia. Su abuelo también se escapó de la guerra, aunque en 1940. Viajó hasta Brasil y vino caminando y haciendo dedo hasta la Argentina, donde estaban sus hermanos. "Mis abuelos se conocieron en la tintorería de la familia de mi oba, en Belgrano. Se casaron, formaron su propia tintorería en Villa Urquiza, y construyeron una numerosa y hermosa familia.
"Si bien mi ojichan no hablaba mucho, tengo el recuerdo de su enorme sonrisa. Todo el amor que no podía expresar con palabras lo reflejaba en su luminosa presencia. Aunque trabajaba largas jornadas, nunca nadie lo escuchó quejarse, y así también es mi papá.
"Mi obachan, habiendo conocido el horror de la guerra, dedicó toda su vida a la lucha por la paz, dialogando con todos. Crío unos hijos hermosos y siempre nos alentó a contribuir a una sociedad más pacífica desde el lugar donde nos querramos desarrollar".
"Sayi", de Sayi Sinyasiki, puede escucharse en YouTube y Spotify. |