ARCHIVO DE HISTORIA de la colectividad japonesa en la Argentina: como inmigrantes y sus descendientes, hemos heredado un tesoro intangible que es, precisamente, nuestro origen.
El nuevo comienzo Cuando en 2013 el entonces presidente de la Asociación Japonesa en la Argentina (AJA), Alberto Onaha, me convocó para recuperar lo que había sido el Archivo Histórico de la Colectividad a partir de documentación que tenían guardada, pero que corría el riesgo de perderse y requería ser organizada, pude retomar un proyecto que se había iniciado hacía ya más de 30 años. Fue la Asociación Japonesa en la Argentina la que a mediados de la década de 1980 comenzó con este proyecto. Luego la Federación de Asociaciones Nikkei en la Argentina (FANA) completó el proyecto de escribir la Historia del Inmigrante Japonés en Argentina, que culminó con la publicación de sus dos tomos y la apertura del Museo en Glew. Hoy es AJA la que formalmente desde junio de 2015 retomó la tarea de continuar el trabajo, ampliando la información que, hasta el momento de la publicación, se había conseguido reunir.
¿Para qué preservar la historia? Como inmigrantes y sus descendientes, hemos heredado un tesoro intangible que es precisamente nuestro origen cultural. Para acceder a ese tesoro, es necesario el esfuerzo de leer, estudiar, indagar y el punto de partida es saber de dónde son nuestras raíces, de la historia por la que transitaron nuestros antepasados, antes de decidir venir a la Argentina, además de conocer todo el esfuerzo que realizaron para hacer que hoy podamos ser lo que somos.
Somos también parte de la sociedad argentina. Ya contamos con quinta y en algunos casos, más generaciones en este país, siendo ya ciudadanos plenos. Somos parte de una sociedad cuya cultura es construida por todas las comunidades que la componen, comenzando por la aborigen. Nosotros, como descendientes de japoneses, tenemos un plus que nos da ese origen y contribuir con él a la construcción de nuestra cultura argentina, es el mejor aporte que podemos hacer a esta tierra que recibió con los brazos abiertos a los japoneses que finalmente la eligieron para establecerse. Conocer nuestro pasado es acceder también a esa herencia.
El Archivo Histórico de la Colectividad Japonesa Hoy el archivo cumple un rol muy importante y creo que contribuye a finalmente darle el lugar que realmente le corresponde a una institución como AJA y asignarle uno de los roles que debe cumplir: el de preservar la memoria de toda la colectividad. Destaco lo de “toda”, porque dio origen a muchas otras instituciones hoy pilares de la colectividad.
Preservar la memoria dando cabida a todas las instituciones, colaborando mutuamente y estableciendo una red que permita interactuar compartiendo información, colaborando para solucionar problemas comunes en esta tarea y por supuesto, potenciar esfuerzos a partir de integrarnos en red.
Al principio -y eso se entiende- algunos sectores de la colectividad vieron con desconfianza nuestra iniciativa y se mostraron reacios a colaborar y apoyarnos por temor a que fuera solamente una propuesta oportunista. Pero nuestra tarea modesta pero constante de exhibir en el corredor de entrada al Salón de Usos Múltiples de AJA, muestras temáticas temporales de posters con material documental, hizo que la gente comenzara a vernos con otros ojos. Incluso los sectores más influyentes terminaron recurriendo a nosotros solicitándonos material para exhibiciones y encuentros organizados tanto por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como autoridades del Museo Nacional de la Memoria o incluso la Embajada del Japón con motivo de los 120 años de Relaciones Diplomáticas. También el Archivo se sumó a la actividad regular que la asociación realizó año tras año en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso Nacional.
Las instituciones de la colectividad El Archivo Histórico busca colaborar en la reconversión de las instituciones de la colectividad con vistas a actualizar su rol, en función de las necesidades y desafíos actuales. Un ejemplo de ello es ante la demanda de mayor conocimiento de la cultura japonesa, la vinculación con los distintos kenjinkai, con el objetivo de dar a conocer más sobre sus prácticas culturales locales tradicionales y poder mostrar la riqueza en heterogeneidad de la cultura japonesa. Por ser más visible, ya estamos trabajando con Okinawa, y nuestro taller ha tenido una continuidad de más de cuatro años, solo suspendida por la pandemia. Prueba de la repercusión de esta iniciativa es que por ejemplo el número de participantes ha superado ya las 45 personas. Habíamos comenzado a hablar con autoridades de Wakayama kenjin kai para realizar una primera muestra sobre cocina, lugares históricos destacados, dialecto, etcétera, pero debido a la pandemia quedó suspendida. Esperamos poder entablar relación con todos para poder dar a conocer esos aspectos que muestran más profundamente la riqueza cultural del Japón.
Hoy en día, las diferentes asociaciones regionales o por localidades trabajan en forma independiente difundiendo en la comunidad local expresiones de la cultura japonesa, renovando su rol y posición dentro de la sociedad, ya no solo como asociaciones de socorros mutuos para los inmigrantes y sus familias (tarea que pasó a muy segundo plano), sino como medio de vinculación con la sociedad receptora. Instituciones como la Asociación Japonesa de Florencio Varela han colaborado poniendo a disposición sus instalaciones como lugar de atención a enfermos de Covid. Respetando su autonomía, buscaremos vincularnos más, compartiendo información sobre sus historias particulares y facilitándoles información sobre aspectos que hacen al desarrollo general. Cabe mencionar aquí los lazos que establecimos con la comunidad japonesa en la provincia de Tucumán y sus instituciones, en 2016 con motivo de los 200 años de la Independencia y el centenario de la asociación. Y en ese momento, además se realizaron actividades conjuntas con gente de la Asociación Japonesa de Santa Fe y la Asociación Japonesa de Salta.
Relaciones con el exterior Ya contamos con ayuda del exterior a través del Museo de la Inmigración de Yokohama, que nos ha incluido en el proyecto que junto con la Asociación de Migrantes de Ultramar, lleva a cabo para recuperar periódicos editados por comunidades en la región. A su vez nos ha puesto en contacto con instituciones análogas de otras partes del continente. En particular en estos tiempos de pandemia hemos realizado ya reuniones por zoom, en donde tuve oportunidad de conocer cómo se trabaja en Perú, Bolivia (Asociación Nikkei Boliviano-japonesa de Santa Cruz; Sociedad Japonesa de La Paz) y diferentes partes de Brasil (Museo de la Inmigración Japonesa en San Pablo; Museo de la Inmigración Japonesa de la localidad de Registro; Museo de Historia de Lins). También, a partir de este año contamos en el Museo de Migración Japonesa de Yokohama con la colaboración del investigador Facundo Garasino, un brillante joven argentino dedicado al estudio de este tema. Se suma a la colaboración que desde Japón nos brindan Marcelo Higa (Universidad Ferris) y Chie Ishida (Universidad de Waseda).
Invitación a toda la colectividad La historia de nuestra colectividad es tarea de todos, se hace con los aportes de sus miembros. Desde la reapertura del Archivo, miembros de la comisión directiva de la asociación comenzaron a colaborar activamente, debe mencionarse a Susana Kimiko Tamashiro y a Nélida Hiroko Nakamura. Luego un gran número de voluntarios que colaboran según sus temas de interés. En ese sentido agradezco a La Plata Hochi por su colaboración para que nuestro mensaje llegue al mayor número de personas interesadas y para que sepan que en el Archivo cuentan con un espacio para compartir su información y de ese modo contribuir a escribir nuestra historia.
* Directora del Archivo Histórico Asociación Japonesa en la Argentina.
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