Martes, 12 de Marzo de 2019
¿Peligro en Tohoku?

ACTIVIDAD SÍSMICA continúa en varios lugares de las zonas afectadas del noreste de Japón. Desde el 2011 hasta la fecha ha habido 477 terremotos.

Al cumplirse el octavo aniversario del terremoto que sacudió el noreste de Japón, región conocida como Tohoku, la Dirección de Meteorología nacional informó que aún hay actividad sísmica en varios lugares de las zonas afectadas.

Cabe recordar que en Fukushima, el terremoto del 11 de marzo del 2011 generó un tsunami de más de 10 metros de altura. Solo en esa provincia, alrededor de 16.000 personas murieron y más de 2500 permanecen desaparecidas, indicó la NHK.
Según la Dirección de Metereología, ocurren temblores en una región que abarca desde la costa de Tohoku hasta Kanto, donde se sitúa la capital del país. En concreto, en el año transcurrido hasta el 10 de marzo, en estas zonas ha habido 477 terremotos de una intensidad de uno o superior según la escala japonesa, que va de cero a siete.
La Dirección de Meteorología de Japón explica que el número de terremotos ha descendido significativamente respecto a 2012; el año siguiente al del 11 de marzo, cuya magnitud fue de nueve, hubo 8112 sismos.
No obstante, el organismo señala que los temblores ocurren con una frecuencia mayor que antes del de 2011; la cantidad es un 50% superior.
Por todo ello, advierte que es muy probable que ocurra allí un terremoto de magnitud siete o superior, seguido de un tsunami.
El mes pasado, un grupo de investigación del gobierno japonés dio a conocer que la probabilidad máxima de un sismo de estas mismas características en la fosa de Japón en los próximos 30 años es superior al 90%, señaló la NHK.
La citada fosa se encuentra en el océano Pacífico, frente a las regiones de Tohoku y Kanto; en ella han habido muchos megaterremotos a lo largo de la historia.

 

Consecuencias
Datos de la Dirección Nacional de Policía de Japón, hasta el 8 de marzo se habían confirmado 15.897 muertes como consecuencia directa del desastre y 2533 personas seguían desaparecidas. Si se incluye a quienes perdieron la vida debido al deterioro de su salud tras evacuar sus hogares, el número de víctimas mortales asciende a al menos 22.131 personas.
En las zonas afectadas quedan muchos problemas por resolver, entre ellos la caída de la población local y los ancianos que se ven obligados a vivir aislados.

En siete municipios de la prefectura de Fukushima sigue habiendo zonas de entrada prohibida. Una encuesta realizada en febrero por la Dirección de Reconstrucción, 51.778 personas que residían en las regiones damnificadas siguen viviendo en otros lugares del país. El número de evacuados ha venido bajando gradualmente, pero el período de evacuación ya alcanza una duración sin precedentes.

Fukushima, hoy
En la catástrofe de 2011, se produjo el fundido del combustible nuclear en tres reactores de la central Fukushima I, en lo que se considera uno de los peores accidentes nucleares de la historia mundial.

El mes pasado, una sonda robótica que se introdujo en uno de los reactores hizo contacto directo con unos escombros que, se cree, son una mezcla de combustible nuclear fundido y piezas estructurales.
Los escombros, de apariencia arcillosa, resultaron demasiado duros para que la sonda pudiera moverlos. También se han realizado otras inspecciones y evaluaciones.
La extracción de los escombros se considera la parte más difícil del desmantelamiento de la central.
El gobierno de Japón y la Compañía de Electricidad de Tokio, responsable de la planta, anunciaron que, sobre la base de los resultados de las evaluaciones, esperan comenzar a extraer los escombros en 2021, después de estudiar, hasta fines de marzo de 2020, cómo hacer la tarea.
Entretanto, el agua de enfriamiento que ha venido vertiéndose sobre los escombros en los tres reactores sigue acumulándose bajo tierra. Esa agua, que tiene un alto nivel radiactivo, se mezcla con el agua subterránea proveniente de colinas cercanas que fluye dentro del complejo.