NORMA YOKOHAMA (1925-2017), exdirectora de la Asociación Urasenke en Argentina, falleció el 21 de enero.
A los 29 años, Norma Yokohama vio por primera vez una ceremonia del té. Este evento sin precedentes en el país se realizó en la casona de la Avenida Luis María Campos al 1100, propiedad de la familia Yokohama. El Gran Maestro Sen Genshitsu XV, quien durante 39 años estuvo al frente de Urasenke, era en ese entonces el futuro heredero y fue el encargado de preparar el té para un grupo de invitados selectos.
Fue en 1954. Veintiséis años después llegarían desde Japón las sensei Shimada y Kumagai, quienes además de dar clases en la Argentina le obsequiaron a Norma utensilios para la práctica. Se suma a las clases Emiko Arimidzu, quien en ese momento era una alumna principiante y que más tarde se convertiría en sensei. Emiko se encargaría de la parte práctica de la enseñanza, mientras que el costado intelectual de Norma la llevó a propagar este arte a través de ponencias y publicaciones. Yokohama fue una mujer de letras en el ámbito del té. La ceremonia del té en la Argentina nació en el seno de la familia Yokohama. Kenkichi, padre de Norma, fue el primer presidente de la Asociación Urasenke en Argentina, y cuando él falleció en el año 1978, ella ocupó su lugar. Kenkichi se dedicaba al comercio de antigüedades traídas de China y de Japón. La Maison Satuma fue el ámbito desde donde operó. Norma recordaba muy bien la entrada de esa casa de estilo francés repleta de biombos, esculturas y piezas de arte: “Escalinatas, una alfombra roja y dos chiens de fo, uno rojo y otro amarillo. La hembra iba con un cachorro, y el macho tenía una esfera que simbolizaba el poder”. Toda tradición importada corre el riesgo de la traducción. Norma siempre recalcaba que fue A. L. Sadler quien con su libro Chanoyu: the japanese Tea Ceremony introdujo la denominación “Ceremonia del té” para una práctica que no es religiosa y que tiene que ver con un acto sencillo, natural, elegante y no forzado. “Es simplemente una reunión entre amigos, un encuentro”, solía decir. A ella le gustaba hablar más bien de “el arte del té”, símbolo de cortesía, de consideración hacia el otro y de limpieza espiritual. “Por sobre todas las cosas, es una práctica que brinda calma y tranquilidad”, explicaba. Además de su fuerte vínculo con la cultura del té, Norma era profesora de Letras egresada de la UBA con formación en Letras clásicas. Tenía un título universitario en una época en que pocas mujeres podían dedicarse a estudiar y quizás por eso perteneció a la Federación Argentina de Mujeres Universitarias. También fue miembro de la Academia Argentina de Ceremonial. En el 2002 recibió la Condecoración de la Orden del Tesoro Sagrado del Emperador de Japón, un merecido reconocimiento por su trabajo y dedicación al afianzamiento de las relaciones amistosas entre Japón y Argentina. A Norma le gustaba usar mucho la palabra “entusiasta” en sus escritos. La historia escrita del Capítulo Argentino Urasenke existe gracias a su trabajo, y sin dudas ella misma fue una entusiasta de la cultura japonesa y del arte del té. Desde que tengo memoria la acompañó siempre su hermana mayor, la Licenciada Orlanda Yokohama de Fernández Gallardo, quien aún vive y se desempeñó como directora del Museo Nacional de Arte Oriental. Orlanda posibilitó las exposiciones “Las artes de la ceremonia del té” (1990) y “Una taza de té” (1992). El pasado 21 de enero, el Capítulo Argentino Urasenke celebró, como todos los años, Hatsugama, el primer té del año que da inicio a las clases. Durante años, Norma ocupó el lugar de primera invitada en el tatami. Esta fue la primera vez que se ausentó. Había sido internada tres días antes por una neumonía. Ese mismo 21 de enero Norma nos dejó. Sus discípulas y compañeras estamos convencidas de que antes de partir al otro lado, pasó por el recinto para tomar una última taza de ese té verde que tanto le gustaba.
Epígrafe de foto: de izquierda a derecha: delegadas de Perú, Oiemoto Sen Genshitsu XV y Norma Yokohama en Kioto, Japón, 1991.
De izquierda a derecha: delegadas de Perú, Oiemoto Sen Genshitsu XV y Norma Yokohama en Kioto, Japón, 1991.
De izquierda a derecha: delegadas de Perú, Oiemoto Sen Genshitsu XV y Norma Yokohama en Kioto, Japón, 1991.
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