Jueves, 15 de Diciembre de 2011
Sólo se trata de cooperar
Escrito por Federico Maehama   


La asistencia de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, tanto para nuestro país, como para la colectividad, ha disminuido notablemente debido a que “Japón considera que la comunidad de inmigrantes ya está madura” , señala Juan Carlos Yamamoto, vicerepresentante de JICA local, y la Argentina, por su nivel de ingreso, califica solamente para recibir cooperación técnica.

“El apoyo a la comunidad se ha achicado”, dice Juan Carlos Yamamoto, vicerepresentante de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) en la Argentina, pero la colectividad, de alguna manera, no es la única afectada –siempre viéndolo desde un punto de vista-, ya que la ayuda a nuestro país, en general, también ha cambiado. Y eso se debe a que la cooperación es inversamente proporcional al desarrollo del lugar: más desarrollo, menos cooperación, y viceversa. Esa ecuación explica la reducción del presupuesto asignado a la asistencia oficial para el desarrollo por parte del gobierno japonés y la mayor concentración en los países más pobres. (En el caso de la Argentina –señala un informe de JICA-, por su nivel de ingreso, califica solamente para recibir cooperación técnica y algunas líneas menores de la cooperación financiera no-reembolsable.)

De ahí, también, que Japón considere “que la comunidad de inmigrantes ya está estabilizada, está madura”, por lo que, principalmente, y hoy por hoy, –comenta Yamamoto- las tres líneas de asistencia hacia la colectividad sean: el envío de voluntarios (hoy hay siete voluntarios: tres senior y cuatro jóvenes), la capacitación de nikkei en Japón (todos los años viajan alrededor de 15 por las distintas becas, sean de idioma japonés, capacitación técnica, para profesionales, para investigadores, y hasta para estudiantes secundarios y becas de posgrado. Este año, después de varios años sin que haya habido postulantes, se encuentra un nikkei argentino en la Universidad de Osaka realizando su maestría a través del programa de JICA) y el otorgamiento de subsidios de pequeña magnitud.
Más específico aún, la cooperación se concentra en tema relacionados al idioma japonés y, en una menor medida, en la Tercera Edad, sea a través del envío de voluntarios (a la Federación de Asociaciones Nikkei en la Argentina, FANA) o por  pequeñas donaciones (las han recibido la misma FANA, la Fundación Aunar y Nichia So).
A nivel general, JICA Argentina trabaja en la cooperación técnica de gobierno a gobierno, también con el envío de voluntarios seniors (hay 29, especialmente en temas de mejora de la productividad en Pymes y promoción de exportaciones) y la recepción de becarios argentinos en Japón (por año se reciben a más de 60 profesionales, sobre todo en temas de Medio Ambiente, mejora de competitividad de Pymes y promoción de economías regionales), en estrecha relación con entidades gubernamentales locales, y teniendo como interlocutor a la Cancillería, a través de su Dirección General de Cooperación Internacional.
“Con Cancillería, conjuntamente con la Embajada de Japón, consensuamos la cooperación que brinda Japón a la Argentina, aunque el volumen se está achicando cada vez más. En general, la cooperación hacia Latinoamérica se achica”, señala Yamamoto.

-Es decir que la política de JICA con respecto a  la Argentina en general, y la colectividad en particular ha ido cambiado mucho.
-Sí. A nivel general, y especialmente en los países de renta media, que no son pobres. Especialmente desde hace diez o cinco o seis años se le está dando mucha prioridad a los países extremadamente pobres… Ahí sí hay mucha cooperación… En países como la Argentina prácticamente no se hacen grandes donaciones. Solamente transferencia de conocimientos. Primero, porque el presupuesto general de cooperación del gobierno japonés está disminuyendo y, por otro lado, Japón le está dando prioridad especialmente a los países africanos, y Latinoamérica es una región relativamente menos pobre… y países como Argentina, Brasil, Chile y México están más desarrollados, entonces todo lo que aumenta en África se le quita a estos países.
-¿Qué áreas abarcan la cooperación que hoy se otorga?
-Nos concentramos específicamente en el medio ambiente, por un lado, y otro es el apoyo a la cooperación horizontal que brinda el gobierno argentino a otros países, lo que nosotros, en la jerga, llamamos triangular, o sea: el país beneficiario y la Argentina con el gobierno de Japón. Así hacemos cursos y proyectos (ver “Principales proyectos”). Y dentro de la Argentina, principalmente, el tema del medio ambiente, y, en menor medida, todo lo que sea desarrollo de Pymes, mejora de productividad.
-¿Pero es un pedido de la Argentina?
-Se consensua entre ambos países y los proyectos, los cursos o lo voluntarios son pedidos oficialmente por el gobierno argentino. Primero se definen las áreas, el marco y, después, curso por curso, o voluntario por voluntario. Es el gobierno o son las organizaciones gubernamentales, a través de la Cancillería, las que nos piden.
-¿Y esos proyectos están disminuyendo?
-Sí. Cada vez tenemos menos proyectos, pero continuamos con algunos y con las becas. El año pasado se capacitaron más de 100 argentinos en Japón, y en este momento tenemos 29 voluntarios Senior trabajando en diversas áreas y en distintos lugares del país. Proyectos son pocos, especialmente (los hay) en Biodiversidad y en la medición de la capa de ozono.
-¿Hace cuánto que se está trabajando en el tema de medio ambiente?
-Y… es relativamente nuevo… a partir del 2000 con mucha fuerza. A nivel general, se le empezó a dar mucha importancia al tema después de la cumbre de Río, que fue en 1992 (donde se aprobó la Convención sobre el Cambio Climático, que afirma la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que luego, en 1997, llevó a la firma del Protocolo de Kyoto).
-Antes JICA estaba mucho más asociado a la actividad del campo, a la tierra…
-Exacto, en una parte más productiva. Nosotros trabajamos con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Hace 30 años comenzamos a trabajar en el mejoramiento genético de la soja, en la época en que la soja, acá, era marginal… En parte, menor, hemos colaborado en el desarrollo de la soja en el país.
-Esa área, con respecto al medio ambiente, también ha ido disminuyendo…
-Sí. En lo que es infraestructura, en lo productivo… Porque gran parte de la cooperación en los países relativamente desarrollados se concentran principalmente en dos áreas: en el medio ambiente, que no conoce fronteras, es un problema global… y en otros países, tal vez, en todo lo que sea desarrollo económico, desarrollo de negocios… en todo lo que tenga que ver con inversión, negocios, donde de empresas japonesas. Antes era un tabú, pero ahora, con la crisis económica de Japón y con el cambio de política, es políticamente correcto. Podemos decir que la cooperación internacional ayuda a las empresas japonesas, en forma directa o indirecta.
Por ejemplo, la cooperación ya se está dando en muchos países en donde se instala una fábrica automotriz en determinado lugar y la cooperación técnica se articula con inversiones o comercio, capacitando los recursos humanos necesarios o instalando o dando créditos para instalar caminos o puertos… Es muy común en Asia y se está dando mucho en África. En el caso de la Argentina, por el nivel de desarrollo, por el problema del default, no tenemos eso.
-¿Y qué se puede destacar del 2010?
-Uno de los proyectos que venimos destacando por el alto nivel tecnológico es toda la cooperación de mediciones atmosféricas de la capa de ozono. Ahí trabajamos con el Instituto Nacional de Medio Ambiente de Japón y la Universidad de Nagoya, que es una de las universidades más importantes en ambiente tecnológico, principalmente en Río Gallegos, donde todos los años se produce el agujero de la capa de ozono. Es importante porque en el hemisferio sur, y a esa altitud, no hay registro de mediciones y este es uno de los pocos puntos donde hace cinco años se están haciendo mediciones continuas y esto produce importantes datos para toda la comunidad científica, no sólo para la Argentina. Los propios científicos japoneses están interesados en generar datos propios. Es decir que es una cooperación de interés mutuo, de tipo científica tecnológica.


La asociación, una modalidad a futuro
Si es que haya un cambio, explica, Yamamoto, capaz, lo más seguro, será avanzar en lo que es la cooperación científico tecnológico, especialmente en países como Argentina y Brasil, en donde hay cierto nivel científico. “En aquellas áreas en donde a Japón tenga interés en asociarse con estos países serán las áreas en donde más posibilidades habrá. En la Argentina recién estamos comenzando con esta cooperación: cambios climáticos, nuevas energías… Más que cooperación es una asociación”.
Dentro de esa asociación es que hay una área económica de interés para Japón: la televisión digital (la Argentina ha acordado utilizar la norma japonesa, y actualmente, en Canal 7, hay un técnico de la NHK asesorando en esa parte. Son cuatro los que están trabajando en toda Latinoamérica). Ahí también se combinan las donaciones o la cooperación financiera no reembolsable, la famosa donación cultural que se firmó este año, que es de alrededor de dos  millones de dólares y que se divide en dos tipos de donaciones: por un lado, programas ya hechos en castellano para televisión digital y, por otro, equipamiento para estudios (cámaras, lentes).
Por fuera de JICA, el gobierno japonés ha hecho donaciones o colaboraciones con Canal 7 (se ha dado un equipo de transmisión, una antena y hace poco también se trajo una unidad móvil usada de NHK, y para este año está previsto enviar otra unidad).


Áreas y programas de JICA en la Argentina

La cooperación técnica entre la Argentina y el Japón se inició en 1959, cuando Japón recibió al primer becario argentino, pero se intensificó a partir de la firma del Convenio de Cooperación Técnica, en 1979, y que fuera ratificado por ley  en1981.
Las principales modalidades de cooperación técnica son: Programa de capacitación (en Japón y en terceros países), Envío de expertos y voluntarios, Proyectos de cooperación técnica y los Estudios de desarrollo.
A lo largo de estos años, hasta fines del 2009, se han recibido en Japón un total de 2897 becarios argentinos, se han enviado 1178 expertos japoneses, 1685 integrantes de misiones y 128 voluntarios seniors a la Argentina. 
Durante la década de los 90, se realizaron proyectos de gran magnitud en los más variados rubros, como ser de sanidad animal y vegetal, acuicultura, evaluación y monitoreo de recursos pesqueros, desarrollo de la floricultura, estudios mineros, informática, uso racional del medio de la energía, tecnología de envases y embalaje, preservación del medio ambiente, etcétera, con instituciones como el INTA, INTI, INDEC, INIDEP, INA, entre otros.
Igualmente, en los últimos años, junto con el crecimiento de la economía argentina, el volumen de la cooperación ha tendido a su reducción, enfocándose en las siguientes áreas y programas:

-Área de Preservación del Medio Ambiente:1) Programas de Cambio Climático y Ozono (entre los principales proyectos en el área de la preservación del medio ambiente están el ya mencionado en Río Gallegos, que se está llevando a cabo con el Centro de Investigación en Láser y Aplicaciones), 2) Programa de Protección de Recursos Naturales (el proyecto de preservación de la biodiversidad en Misiones, con el gobierno de provincial), y 3) el Programa de Gestión Ambiental y Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos.
-Área de Reactivación Económica: Programa de Promoción de Pymes y Reactivación de las Economías Regionales.
-Área de Desarrollo Social: Programa de Fortalecimiento de las Organizaciones Locales de la Sociedad Civil.
-Área de Apoyo a la Cooperación Sur-Sur: Programa de Fortalecimiento del PPJA, entre los que JICA ha concretado cuatro cursos regionales con organismos argentinos, en los que se capacitó a un total de 57 becarios provenientes de distintos países de la región. Los cursos realizados fueron: el Programa Pro Huerta, con el INTA y el Ministerio de Desarrollo Social (denominado “curso sobre seguridad alimentaria, autoproducción de alimentos y desarrollo local”, realizado exclusivamente para técnicos haitianos que están llevando a cabo dicho programa en Haití); el curso sobre fitovirología, con el INTA; el curso de guardaparques con la Administración de Parques Nacionales, y el curso de sensores remoto con el SEGEMAR.
-Cooperación al Mercosur: Programa de Apoyo a la Integración.
El monto total acumulado de la Asistencia Oficial para el Desarrollo desembolsado por Japón para la cooperación técnica hacia la Argentina alcanza a aproximadamente los 450 millones de dólares (45.902 millones de yenes).