LA PLATA HOCHI

CORREO DE LECTORES.

En ausencia por viaje del presidente A. Toguchi y la tesorera P. Tanabe, me presenté a las llamadas del Hospital Clemente Alvarez (HECA) y en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria (Rosario).

Había un japonés, Sokichi Takeshita, que nadie conocía, como miembro de la colectividad. Esta persona tuvo un ACV isquémico en La Carolina (pueblo cercano a Rosario y también Covid, y lo llevaron al HECA. Al no manejarme correctamente en japonés, tuve que pedir a un amigo, Tomoyuki Maeda, para que me acompañe y ayude. Esta persona no hablaba, y solo lo hacía en japonés.

Después de averiguar cómo llegó a Rosario, el Director del HECA fue tan amable que lo mantuvo en el hospital, sabiendo que no tenía familiaes.

Hablé al Consulado, donde me respondieron que los familiares no se hacían cargo de dicha persona.

Se trata de un habitante de Osaka que decidió caminar 60 kilómetros por día, y así conocer el mundo. De allí en más, T. Maeda llamó a Japón, al seguro Tokyo Kaiyo, que entre los papeles poseía. Luego de verificar la veracidad del caso, pasaron los datos a la filial de Perú y desde allí enviaron a un representante. De esta manera se hacían cargo de esta persona.

Felizmente, Takeshita se está recuperando, y lo trasladaron a un geriátrico donde lo rehabilitarán y, desde allí, le llevarán a Japón.
Agradezco profundamente a Tomoyuki Maeda, que ha trabajado muchos años en Japón y es quien se movió, ya que conoce el sistema de Japón; al Dr. Justo Radicci, de la Carolina provincia de Santa Fe), que fue quien lo llevo al HECA; al Dr. Jorge Bitar, director del HECA; a Rubén Luna, jefe de camilleros, y a Marisa Di Giorgio, de Desarrollo Social.

Sin la ayuda de ellos, otro hubiera sido el resultado final.

N. de R.: el 10 de octubre, llegaron desde Japón dos enfermeras, y al día siguiente (11 de octubre) lo llevaron en ambulancia a Buenos Aires y, de ahí, a Francia con destino final a Japón.

Roberto Yagen Nakamatsu
Vicepresidente de A. J Rosario