Se inauguró, finalmente, la casa de té donada al Jardín Japonés por una familia japonesa. El Chashitsu fue reconstruido gracias a más de 150 donantes, y el principal aporte de Toyota Argentina. La ceremonia inaugural se hizo el 18 de noviembre al mediodía, con la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri; el embajador de Japón, Hitohiro Ishida, y autoridades de Toyota.
Justamente, tanto Macri como Ishida, participaron de la tradicional Ceremonia del Té, a cargo de la sensei Emiko Arimidzu.Macri, quien se confesó “admirador de la cultura japonesa y del pueblo japonés”, dijo sentirse contento de haber renovado el convenio con la comunidad japonesa” (el convenio por el cual la Fundación Cultura sigue administrando el Jardín Japonés), y destacó “este nuevo aporte viene a embellecer este jardín y esta ciudad”. Por su parte, Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, dijo que ser parte de esta obra “nos llena de orgullo y es un paso más para afianzar las relaciones con la comunidad japonesa”. “Es un orgullo para Toyota Argentina haber participado en la construcción de esta casa de té que hoy inauguramos, la cual permitirá a los visitantes del Jardín Japonés disfrutar y conocer una de las tradicionales ceremonias de la cultura japonesa, sinónimo de perfección y respeto a la naturaleza”, agregó. El presidente de la Fundación Cultural Argentino Japonesa, Kazunori Kosaka, afirmó que “esta casa de té es símbolo de armonía y paz. Es una gran satisfacción haber finalizado la obra, ya que hemos agregado a nuestro Jardín Japonés el elemento que completara definitivamente su realización. De esta manera, continuaremos la labor de difusión de la cultura japonesa en Argentina”. Y agregó: “Tenemos el orgullo de decir, si el Embajador no me corrige, que tenemos la casa de té más grande del mundo (al menos fuera de Japón)”. Hay que aclarar que esta casa de té, donada por la familia Shimane de Tokio a la Fundación Cultural Argentino Japonesa, fue reconstruida con Pino Paraná, maderas seleccionadas de la provincia de Misiones, de la plantación que Seigo Furusho posee en la localidad de Puerto Rico. “Estos cuartos –explicó Mikio Shimane, donante de la casa, en una nota enviada para la presentación-, son parte de mi vida y es un honor que esta casa se reconstruya en el Jardín Japonés”. Originalmente, la casa fue construida por su abuelo, con la madera del tronco de un solo árbol, llamado Kiso. El Chashitsu o Casa de Té es una casa típica japonesa con dos Washitsu (cuartos de estilo japonés) construida utilizando una ancestral técnica de encastre. Tradicionalmente, las ceremonias del té o chanoyu se llevan a cabo en "casas" construidas específicamente a tal efecto. Se entra mediante una puerta muy pequeña. Sin importar el rango de cada uno, la entrada sólo puede hacerse arrastrándose hacia el interior. Así, desde el principio los participantes a la ceremonia se hacen iguales. La estructura no tiene ventanas con bellas vistas. El chado o camino del té es el centro de atención. La luz se controla mediante el uso de pequeñas ventanas ubicadas de tal manera que los utensilios de la ceremonia se muestren de la forma más agradable. En su interior se destacan el Tokonoma, un lugar sagrado donde se encuentra el alma de la casa, el tatami (piso de esterillas), que determina el tamaño de la estructura (en este caso, la casa, en total, tiene una dimensión de 18 tatamis), la fusuma (puerta de papel rígido) y las shoji (puertas de papel semitransparente).
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