Jueves, 28 de Abril de 2016
“Ningún sonjin ha perdido su identidad”

Uruma Shi, producto de la fusión de varios municipios, festejó 10 años en la Argentina.

Miembros de Uruma Shimin Kai Argentina celebraron el 10º aniversario de la agrupación, festejo el pasado sábado 16 de abril en la sede del Centro Okinawense.

Durante la ceremonia, que contó con la presencia de dirigentes de nuestra colectividad, el presidente de Uruma Shi, Carlos Eiguchi, indicó que “a lo largo de estos años hemos realizado actividades en busca de la integración y ningún sonjin ha perdido su identidad. Debemos pensar positivamente que la familia se agrandó y será más fácil realizar cualquier emprendimiento”.
En el cierre de sus palabras, reflexionó: “Disfrutemos juntos los momentos que se presentan para contagiar el espíritu de unidad y el logro de reuniones importantes entre todos”.
El intendente de Urumashi Okinawa, Toshio Shimabukuro, envió su salutación. “En el mes de octubre se realizará la sexta edición mundial del Uchinanchu Taikai en Okinawa y nosotros, en Urumashi, tenemos previsto una bienvenida de intercambio a todas las personas relacionadas a Urumashi”.
La historia del nacimiento de esta agrupación se remonta a una fusión que se realizó entre algunos municipios de Okinawa, tal como lo explicó el presidente del Centro Okinawense en la Argentina, Satoshi Tamaki. “El 1° de abril de 2005, en nuestra tierra madre se fusionaron Gushikawa Shi, Ishikawa Shi, Katsuren Cho y Yonashiro Cho, y conformaron Urumashi. En la Argentina, con la unión de Gushikawa Shimin Kai, Katsuren, Hama Higa, Henna Doshi Kai, Yonashiro Chojin Kai, se formó Uruma Shimin Kai”.
Y agregó: “Para nosotros, el Centro Okinawense, es un honor que dentro de Uruma Shi hayan sido presidentes y condecorados, como Masao Oshiro, Kempo Taira y Shoki Nakamura”.
El infaltable brindis fue realizado por Sadao Niikado, quien arengó con tres vocablos distintos: “Kampai, salud y Karii”.
La velada fue amenizada con comida japonesa, asado y 25 números artísticos, entre los que se incluyeron danzas okinawenses, artes marciales, karaoke y música popular.