Viernes, 31 de Julio de 2015
Sukiyaki entre amigos

La comida que reúne a los socios y amigos de la Asociación Japonesa Florencio Varela y sus particularidades.

Hay muchos verbos y adjetivos para definir y describir la palabra “Amigo”, pero el verbo por excelencia es el de compartir, y el adjetivo podría ser fiel.
Un fiel amigo con que se pueda compartir momentos, buenos y malos, camaradería, es algo invalorable, más aún antes,  durante y luego de la celebración de un evento. Precisamente en homenaje a este día, y para celebrarlo entre amigos, se realizó como se viene haciendo desde hace 35 años, el sukiyaki “entre amigos” de la Asociación Japonesa Florencio Varela.

El mismo se realizó el domingo 19 de julio, como una manera cálida de adelantarse al “Día del Amigo”, cuya celebración suele festejarse el 20 de julio. Este sukiyaki comenzó pasada las 13, y contó con la participación de 120  asociados, aproximadamente.
Al momento de arribar al lugar, todo estaba preparado, incluso ya estaban las hornallas prendidas en las mesas, las mismas eran un buen indicador para medir la cantidad de participantes, ya que se dispusieron seis por tablones a lo largo, y eran 24 hornallas (con esto se estima que la preparación fue para alrededor de 150 comensales).
El sukiyaki organizado por cada una de las asociaciones japonesas tiene su particularidad, cualidad de único que puede tener que ver, simplemente, por las manos de quienes intervienen en la preparación de la comida, por ejemplo, lo que hace que el sabor sea propio.
La preparación de la comida es realizada por la comisión de damas (Fujimbu), de acuerdo a lo explicado por Alicia,  Yoshimi, y Betty, quienes detallaron los preparativos. Dos o tres semanas antes se comienzan a reunir para realizar las compras sobre una lista que ya tienen, y que fue confeccionada hace años. Cuando se reúnen, se distribuyen las tareas. “Se distribuyen las tareas. Por ejemplo, hay gente asignada para determinadas verduras; otra persona se encarga del  supermercado; otra, de los productos japoneses; otra se encarga de la carne. Tenemos todas las tareas distribuidas, algunas grupales y otras individuales. Luego, el día anterior, venimos a la asociación las madres que podemos para lavar todas las verduras y cortarlas. Ayer, por ejemplo, éramos 10 madres. Y el domingo temprano, la primera que viene pone el agua para los fideos, y otra prepara el sabor del caldo, que en este caso es casero. Se prepara el arroz,  porque hay que lavarlo, se corta el tofu, y se corta la carne, y hay lavar los huevos. Una vez que se corta todo, se pone en bandejas”, aclara Alicia.
La señora Yoshimi interviene en la conversación para agregar que “aquí sólo se prepara un caldo especial, siendo que en otros lugares prefieren sacar esos ingredientes líquidos, y colocarlos en la mesa”.
En cuanto a los ingredientes, Betty detalla que eligieron brotes de soja (moyashi), tofu, apio, hakusai, cebolla de verdeo, zanahoria, jengibre, shungiku y huevo”.
Mientras ellas cocinan, el ambiente es cálido. “Camaradería total. Ninguna sabe hacer las cosas perfectas, algunas cortan más grueso, otras más chiquitas, pero está todo bien, porque todas lo hacen a voluntad”.
Todo esto, en la cocina, como un ritual conocido por las mujeres de la comisión de damas. Y más allá, los hombres preparan las mesas, las hornallas, conectan el gas, etcétera.
El evento se desarrolla con mucho ánimo, y todos disfrutan, entre largas las charlas, del sukiyaki.
Para culminar, el señor Roberto Komesu, entrenador de años dentro del atletismo de la comunidad japonesa, resalta que se pretende esto dentro de la colectividad, es decir, que aumenten las personas, especialmente lo jóvenes, que deseen hacer atletismo. Komesu explica que para la promoción, lo que están haciendo es rotar por tres instituciones: Asociación Japonesa Burzaco, Asociación Japonesa Florencio Varela, y el campo deportivo del Centro Okinawense. La idea es que gente más joven se dedique a promover el atletismo.
“Yo fui muy amigo del señor Masaya Higa, quien estuvo muy involucrado con el atletismo dentro de la colectividad japonesa”, dice, y resalta que este deporte es muy sacrificado, y que lo que él pretende es que los chicos hagan amistad, que es la base de todo. 
Hay que destacar la importancia de que los chicos entiendan que los resultados no se dan inmediatamente. “Es difícil hacerles entender que cualquier deporte no se hace de un día para el otro, especialmente los deportes individuales. Yo pienso que para formar un atleta se requiere un mínimo de tres años de entrenamiento”.